El Periódico Aragón

De Marrakech a Sorrento

La madre de Luis Medina retoma la vida social tras el escándalo

- LUIS MIGUEL MARCO BARCELONA LA COSTA AMALFITANA BARCELONA

Se puso con el semblante pétreo, cerró la boca a incómodas preguntas, puso tierra de por medio y redujo su presencia en las redes sociales, pero Naty Abascal, de 79 años, espíritu libre y cincelado, ha vuelto a la vida social tras vivir en abril el bochorno de ver cómo su hijo menor, Luis Medina, de 41 apuestos años, sucumbía a la pena del Telediario (y de los programas del corazón y las vísceras) tras ser acusado por la Fiscalía Anticorrup­ción por las comisiones millonaria­s que cobró, él y su socio Alberto Luceño, por la intermedia­ción en varios contratos sanitarios para el Ayuntamien­to de Madrid en el peor momento de la pandemia de coronaviru­s. Luis Medina está acusado de un presunto delito de estafa, falsedad documental y blanqueo de capitales.

Pero mientras él acude cada semana a firmar en un juzgado de Madrid, Naty Abascal hace de las suyas, como pasárselo en grande, a juzgar por sus diferentes posados, en la fiesta que organizó la firma italiana de zapatos de lujo Aquazzurra por sus diez años en la moda en un palacio en Sorrento junto al mar, la muy exclusiva Villa Astor, en la costa amalfitana. Una fiesta instagrame­able y muy dolce farniente a la que también acudieron Mar Flores, Eugenia Silva y Nieves Álvarez, esta última con su nueva pareja, además de otros nombres del panorama influencer internacio­nal. En la noche de gala Naty Abascal lució como una novia, con un diseño con cuello halter, cuerpo entallado repleto de transparen­cias, bordados y piedras, falda larga fluida y vaporosa y una gran capa blanca de la firma española Redondo Brand, rematado por un tocado lateral de plumas fucsia. También, en otro momento más relajado, aparece con un colorido caftan étnico muy trendy

–como dicen las revistas– a juego con unas cuñas de esparto.

La exmujer del desapareci­do duque de Feria –que, recordemos, en los 90 fue condenado por corrupción de menores– jugó al despiste tras el escándalo por el caso de las mascarilla­s. Muy a su pesar no acudió a la Semana Santa y a la Feria de Abril sevillana. En un primer momento se escapó a su casa del Algarve portugués, en la isla de Tavira. Desde entonces, la aristócrat­a sevillana y antaño todopodero­sa estilista solo había compartido dos publicacio­nes en sus redes sociales. Una el 11 de mayo para felicitar a su querido Valentino por su cumpleaños, y otra, hace apenas unos días, para anunciar que se encontraba trabajando y con la que parecía anunciar su vuelta a la vida pública. Fue esta vez en la ciudad de Marrakech, que se ha convertido en su refugio de lujo, en La Mamounia, el histórico hotel cinco estrellas ubicado a unos pasos de la Medina y considerad­o uno de los lugares más emblemátic­os de la ciudad.

No es un dato menor que Naty Abascal guarde silencio sobre el escándalo. Por un lado, Luis Medina asegura que no ha cometido ningún delito, algo que la justicia determinar­á. Por otro, el descrédito público por la falta de ética del comportami­ento del soltero de oro de la aristocrac­ia podría fácilmente salpicarle si decidiera proteger a su hijo. «Ella piensa que todo se aclarará y saldrá la verdad», aseguraba una amiga, que en cualquier caso asegura que está del lado de su hijo.

Algo que ha hecho desde siempre. Y es que toda la obsesión de Naty Abascal ha sido recuperar la posición social y la tranquilid­ad económica que disfrutó durante su matrimonio con Rafael Medina, el duque de Feria, y que perdió con el divorcio y el escándalo que le llevó a la cárcel por tráfico de drogas y corrupción de menores y al suicidio.

Aurélien Enthoven, hijo de la exmodelo y exprimera dama de Francia Carla Bruni, ha seguido los pasos de su madre tres décadas después y ha debutado en la pasarela de la mano de Donatella Versace.

A sus 21 años, Aurélien Enthoven, que es hijo del escritor Raphaël Enthoven, ha encontrado en la moda un nuevo ámbito donde desarrolla­rse profesiona­lmente, aunque la ciencia y la política sean sus prioridade­s, a juzgar por sus declaracio­nes. Ya se había fogueado con sesiones fotográfic­as publicadas en revistas especializ­adas. Pero por primera vez ha desfilado de la mano de Versace con su colección de primavera/verano 2023, mostrada en la edición masculina de la Milan Fashion Week. Bruni, orgullosa, quiso recordar con otra foto que ella también participó en un desfile en el 92 de la mano de Gianni Versace. «30 años de diferencia entre estas dos fotos. Gracias querida Donatella por crearnos recuerdos familiares», escribió.

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INSTAGRAM Naty Abascal, de blanco, junto a Leonnie Hanne.
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