Habla también de «reticencia» de las delegaciones a viajar hasta Ucrania
el anuncio de que Eurovisión 2023 no podrá celebrarse en Ucrania, el país ganador de este año», comienza diciendo el organismo a través de un comunicado en redes sociales, manteniendo que esta decisión se ha tomado «para garantizar que se cumplan las condiciones de seguridad de todos los que trabajan y participan en el evento, cuya planificación debe comenzar de inmediato en el país anfitrión».
Además de pedir que esta decisión «no se politice», la UER insiste en que existen una serie de riesgos graves que afectarían a la planificación y desarrollo del festival. El cuestionario de seguridad cumplimentado por Ucrania hace referencia a posibles «ataques aéreos con drones o misiles que podrían causar un número significativo de víctimas». En cuanto a las medidas para evitar este tipo de amenazas, recalcan que son «insuficientes» para un certamen de tales dimensiones.
Otro punto del comunicado hace referencia a la «reticencia» de las delegaciones y participantes a viajar hasta Ucrania. Tampoco contemplan la posibilidad de que
Eurovisión se albergue en una zona fronteriza con algún país vecino, ya que «las especificaciones de las sedes sugeridas y la falta de infraestructura no cumplen con los requerimientos del certamen».
La UER anunció hace unos días su intención de iniciar conversaciones con la BBC para la organización de Eurovisión 2023. El representante británico, Sam Ryder, quedó en segunda posición. A pesar de que varias ciudades británicas han mostrado su interés en albergar el multitudinario evento, el ministro Boris Johnson se mostró contrario a esta idea: «Nosotros lo hicimos fantástico, quedamos segundos y me encantaría que viniera a este país, pero el hecho es que ellos (Ucrania) fueron quienes ganaron». «Creo que Kiev o cualquier otra ciudad ucraniana segura sería un lugar fantástico para hacerlo. Creo que pueden hacerlo y que deberían hacerlo», afirmó el primer ministro británico.
Hace una semana, Ucrania hizo pública una carta firmada por su ministro de Cultura e Información junto a artistas como Ruslana (ganadora de Eurovisión en 2005) y el director de su televisión pública en el que mostraban su rechazo a que su país no acoja el certamen en 2023. «Creemos que tenemos toda la razón para mantener más negociaciones que permitan encontrar una solución conjunta», expresaban.