El viejo coche
Martina Pellejero Cuéllar Zaragoza
La edad media de los coches que circulan por Aragón es de 13,6 años. Con mi coche, un Chevrolet Kalos, circulé durante 16 años, hasta que lo tuve que vender a un señor de Pamplona porque yo ya no podía conducir. Los pies se me enredaban en los pedales y así era peligroso conducir.
Lo vendí en noviembre pasado; antes, en marzo, había pasado la Inspección Técnica de Vehículos después de hacerle unos cuantos arreglos. Por desgracia, al coche le apareció una avería importante (la junta de la culata) a los tres meses de la venta. Al nuevo propietario le costaba el arreglo 1.000 euros y me dijo que llevaría el coche al desguace.
Si yo hubiese podido conducir, no habría vendido el coche y me habría esforzado por pagar la avería y conservarlo unos cuantos años más.
Con un coche viejo sucede parecido a un largo matrimonio, que si salen inconvenientes tratas de solucionarlos porque te has acostumbrado a ellos y los aprecias. Te apena deshacerte del coche con el que has recorrido muchos kilómetros y de la pareja con la que has compartido muchos buenos y malos momentos.