Puntilla a una situación que se arrastra desde hace años. Cada vez vamos a peor»
A las puertas de las vacaciones de verano y del incremento considerable de habitantes que habrá en numerosos pueblos de Aragón, la sanidad rural vuelve a estar en el punto de mira por la merma de las plantillas. El anuncio del cierre de los Puntos de Atención Continuada (PAC) de Canfranc y Escarrilla es, para muchos, la «puntilla» a una situación que se arrastra desde hace años y que «cada vez va a peor». Hace un año, la provincia de Huesca vivió una situación similar con el PAC de La Puebla de Roda.
«Hablamos de dos zonas donde el número de visitantes, bien por turismo o por segundas residencias, aumenta de forma considerable y este cierre no es la mejor decisión», apunta Pilar Borraz, portavoz de Atención Primaria Rural del sindicato Fasamet.
Canfranc y Escarilla mantienen abierto su consultorio médico con el mismo horario y siguen los avisos domiciliarios. El problema llega para la atención de urgencias, que desaparece.
Desde el Departamento de Sanidad de la DGA justifican la clausura en que estos dos PAC «tienen una demanda mínima», que puede ser asumida por los
Protesta
«Esto es la
centros de salud de Jaca y Biescas. Sin embargo, el momento «no es el más oportuno», según Borraz, por el verano, pero también porque se junta con las quejas y el malestar en la zona por el pliego de ambulancias que, según denuncian, retira la presencia de una UVI móvil durante 24 horas en la capital de la Jacetania.
«A la hora de ir de vacaciones o incluso a trabajar a una zona, buscas lugares donde los servicios básicos, no solo de sanidad, estén asegurados. Desde los centros de salud darán la asistencia con la miscos