Años sufriendo por la gendarmería», afirman desde una entidad humanitaria
municado firmado conjuntamente con otras oenegés, pide que no sean enterrados hasta que se abra una investigación que aporte luz y respuestas al incidente del viernes.
«Los migrantes subsaharianos llevan años sufriendo mucho en esas zonas por parte de la gendarmería marroquí», lamenta un responsable de una entidad que trabaja con la población migrante. «La policía muchas veces se queda con las tiendas de campaña, les roban el dinero y objetos personales y los detienen para llevarlos cuanto más lejos posible», lamenta. Explica que «esta vez la brutalidad de los migrantes subsaharianos ha sido también muy fuerte». «Esta vez portaban palos, piedras y garfios», resalta. Y afirma: «Nunca vamos a conocer la cifra exacta de las personas que han muerto».
Para la organización marroquí proderechos humanos, el intento de salto en Melilla «es una auténtica catástrofe que muestra las primeras consecuencias de los últimos acuerdos entre Marruecos y España». Este ha sido el primer salto masivo desde que Madrid y Rabat sellaron la nueva etapa diplomática tras un año de crisis. Uno de los principales acuerdos fue la cooperación en el control de los flujos migratorios, además de reabrir los pasos fronterizos entre Marruecos, Ceuta y Melilla.
Más redadas y arrestos
Hace varias semanas que centenares de personas procedentes de Sudán y otros países de África Occidental estaban esperando en el bosque que rodea la ciudad autónoma y el monte Gurugú a la espera de poder saltar la valla. Según varias fuentes humanitarias, la policía también ha intensificado las redadas y detenciones de migrantes en diferentes puntos del país estas semanas. Relatan que esta presión provoca que las personas que intentan llegar a Europa cada vez tengan menos posibilidades, y muchos se encuentren al límite. para creer que se trata de un delito de odio», concretó.
El tiroteo sucedió sobre la una de la madrugada en tres locales en el centro de Oslo. «Un total de 21 personas han sido atendidas por personal sanitario, de las cuales 10 están gravemente heridas», explicó Tore Barstad, jefe de operaciones del Cuerpo Policial de Oslo.
Oslo iba a acoger ayer el desfile del Orgullo Gay, que fue anulado. «Tenemos que seguir las recomendaciones de la policía y cuidarnos unos a otros. Pronto tendremos oportunidad de ser visibles y orgullosos otra vez», expresó la organización, que mostró su apoyo a los heridos y a los familiares.
La ministra de Justicia y Seguridad Pública, Emilie Enger Mehl, trasladó sus condolencias. «Noruega es una comunidad de confianza donde todos deberían sentirse seguros», declaró a la radio pública.