El Periódico Aragón

Un artista de 24.000 gargantas

La Romareda se llena para ver a Alejandro Sanz en el regreso de los conciertos al estadio

- DANIEL MONSERRAT ZARAGOZA INVITACIÓN A COREAR

El público tenía ganas de corear, bailar y gritar (bueno, y de grabar con sus móviles también). Y todo eran señales para hacerlo incluso antes de que se iniciara el concierto, unas luces que se apagaban, un coche que iba directo a la parte de atrás del escenario, una luz en él... pero todo se quedó en un susurro cuando Alejandro Sanz (con gafas de sol durante casi todo el concierto) pisó el escenario de La Romareda y empezó a entonar No es lo mismo con unos primeros acordes algo desacompas­ados con la voz pero que pronto empezó a sonar de manera estupenda (como sucedió durante toda la actuación). Y evidenteme­nte no era lo mismo hace 15 años que ahora, el tiempo no pasa en balde ni para un esta¿Cómo dio de fútbol pero tres lustros después La Romareda volvió a acoger un gran concierto en el que registró un lleno técnico con casi 24.000 espectador­es, según indicó la organizaci­ón.

Pero, obviamente, No es lo mismo solo fue el principio de la gran fiesta de casi dos horas con la que Alejandro Sanz quiso celebrar sus 30 años de carrera con los zaragozano­s dos años después de que lo intentara por primera vez (la pandemia fue retrasando la cita con su público). Tras ella, el artista bien arropado tanto por sus coros como por su banda de músicos, encadenó Lo que fui es lo que soy, Deja que te bese y un primer medley de la noche con El alma al aire, Regálame la silla y Hoy llueve. Ahí llegó el primer y uno de los escasos momentos en los que Alejandro Sanz se dirigió al público con un escueto «Hola, Zaragoza. va yendo la cosa?». Y más música sin parón alguno. Desde cuando, Looking for paradise (con una corista haciendo de Alicia Keys), Mi marciana, Mares de miel, La fuerza del corazón y Siempre es de noche juntas igual que Iba y Cuando nadie me ve.

El público se iba tomando sus respiros pero lo cierto es que la noche, en la que empezó a correr el viento, invitaba al baile y a corear las canciones de uno de los artistas españoles más internacio­nales. Si hubo algún pequeño problema de sonido en la primera canción, este estaba ya más que resuelto y tanto su voz como su banda sonaba con una gran claridad. Amiga mía, He sido tan feliz contigo y Hay un universo de pequeñas cosas conformaro­n el segundo medley para encarar ya la recta final del concier

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Alejandro Sanz triunfó en su regreso a la capital aragonesa nueve años después de su último concierto.
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ÁNGEL DE CASTRO El público zaragozano respondió a la llamada del madrileño.

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