Feijóo pide un precio máximo para renovables
Exministros y empresas han colaborado en el plan de los conservadores
El PP hará público su plan energético el lunes después de haber acaparado una atención que ni siquiera en Génova esperaban. El debate en el Senado puso el foco en la alternativa de los populares, aunque fuera a raíz de las críticas sobre «improvisación» por parte del Gobierno, poniendo en duda incluso la existencia de esas propuestas. La semana pasada Alberto Núñez Feijóo ya anunció que su formación ultimaba un documento (en la Cámara alta precisó que cuenta con ocho bloques temáticos y 59 apartados) y después afirmó que pretendía discutir y negociar esas medidas para acordar el plan de contingencia que debe llegar a Bruselas por si el corte del gas ruso llega a su fase más crítica.
El líder conservador aprovechó una visita ayer a Tarragona para avanzar una nueva propuesta: buscar un precio máximo para la energía hidroeléctrica, nuclear y las renovables. «Creo que merece una reflexión. En este momento de crisis debemos de pactar con el sector un precio máximo, justo al contrario que lo que hace el Gobierno, que topa el precio del gas y financiamos a nuestros vecinos franceses en más de 1.000 millones de euros», dijo Feijóo. La postura del PP es que si se fija un precio máximo de las tecnologías «dejaremos de hacer especulación con el precio del gas».
En esta propuesta del PP hay incorporaciones de exministros populares y de compañías de los sectores más afectados. Pero también, según ha podido saber este diario, han participado expertos en gestión pública energética internacional, del ámbito comunitario y reguladores. Es decir, la propuesta del PP cuenta con el aval de profesionales europeos y está contrastada con expertos en materia de regulación.
El prisma europeo es esencial y, precisamente, el Gobierno ha sacado pecho de las distintas negociaciones que ha ido acometiendo en la UE y el protagonismo conseguido por algunas como la excepción ibérica. El espíritu del plan enmienda el modelo de «restricciones y sanciones». La idea de Feijóo pasa por sustituirlas por «incentivos» que impulsen el ahorro en empresas y consumidores y apuesta por un sistema de bonificaciones en función de la energía que consigan ahorrar.