Los 5 grandes de la UE aplicarán un tipo mínimo del 15% en sociedades
España, Alemania, Francia, Italia y los Países Bajos firman el compromiso La medida debería estar lista para implementarse en el próximo ejercicio 2023
Las cinco grandes economías de la eurozona: España, Alemania, Francia, Italia y Países Bajos, se comprometieron ayer a implementar en 2023 un tipo mínimo efectivo del 15% en el impuesto de sociedades si no se logra en las próximas semanas un acuerdo por consenso en la Unión Europea, que de momento permanece bloqueado por el veto de Hungría a la propuesta. «Es una palanca clave para una mayor justicia fiscal a través de una lucha más eficiente contra la optimización y la evasión fiscal», defendieron sus titulares de economía en un comunicado conjunto desde el consejo informal que celebran los ministros comunitarios en Praga.
El Gobierno ya aprobó el año pasado la aplicación en España de dicho tipo mínimo en el tributo que grava los beneficios empresariales, impulsado por la OCDE y el G-20. Pero quiere que se extienda cuanto antes al resto de la UE para que las compañías españolas no se vean discriminadas competitivamente. «Necesitamos asegurarnos de que no existe una competencia a la baja y de que nuestros sistemas fiscales son justos y las grandes empresas también contribuyen al coste de la guerra (en Ucrania)», defendió la vicepresidenta económica, Nadia Calviño.
Más de 130 países de la OCDE, incluidos todos los de la UE, acordaron el año pasado fijar dicho tipo mínimo a las empresas que facturen más de 750 millones de euros anuales, que podría generar 150.000 millones adicionales de recaudación cada año a nivel global. La intención de la UE era tener en marcha la medida en 2023, objetivo que parecía alcanzable en junio después de que Polonia levantase sus reservas. Sin embargo, quedó bloqueado por el veto de último minuto de Hungría, que meses antes había anunciado que retiraba su oposición tras conseguir algunas modificaciones.
Los cinco ministros aseguran que su primer objetivo es lograr un consenso, pero advirtieron de que si la unanimidad no se logra «en las próximas semanas», sus países adoptarán la medida en 2023 «por cualquier medio legal posible». Las opciones podrían ser una cooperación reforzada a nivel europeo (que permitiría aplicar la medida en los países que lo deseen con el apoyo de al menos nueve estados miembros) o «soluciones nacionales coordinadas», según dijo el ministro francés, Bruno Le Maire.
«A medida que la inflación golpea con fuerza el poder adquisitivo de nuestros conciudadanos, las empresas deben pagar su parte justa de la carga para aliviar el impacto de la crisis energética mundial», argumentaron los cinco.
Además del tipo mínimo, los cinco países se comprometieron a completar los trabajos sobre el segundo pilar del acuerdo de la OCDE, que se centra en la redistribución de los beneficios de las multinacionales para capturar mejor el modelo de negocio de los gigantes digitales. El objetivo es poder firmar una convención multilateral a mediados de 2023.
Por su parte, el comisario europeo de Economía, Paolo Gentiloni, admitió que es «evidente» que el riesgo de recesión ha aumentado aunque no cree que sea una posibilidad «inevitable». A pesar de los «crecientes obstáculos», destacó, la economía de la zona euro se mantuvo «firme» en la primera mitad del año. No obstante, concedió, los últimos indicadores apuntan a una desaceleración «en los próximos meses». la inmensa mayoría de las hipotecas a tipo variable .
Este indicador se situó ayer en su tasa diaria en el 2,015% frente al 1,903% del día anterior. De hecho, el euríbor a 12 meses cerró agosto con una media mensual del 1,25% –de nuevo su mayor nivel desde mayo de 2012–, y arrancó septiembre en el 1,85%. Hasta la fecha, no ha cotizado ningún día por debajo de ese nivel. A efectos de la revisión de las hipotecas a tipo variable se toma como referencia la media de los euríbor diarios de cada mes.
La consecuencia más directa de estos movimientos está en las hipotecas a tipo variable, pues el euríbor es el indicador de referencia para determinar su coste final. Es decir, que si septiembre se cerrase en el 1,9%, una hipoteca de 100.000 euros se encarecería en 84 euros al mes o, dicho de otro modo, en 1.000 euros al año. Los datos de junio del Instituto Nacional de Estadística (INE) muestran que 14.400 préstamos hipotecarios cambiaron ya en el sexto mes del año sus condiciones en los registros de la propiedad.