Dudas e incertidumbres a solo un mes del puente de la Constitución
Los establecimientos calculan que el precio debería subir un 15% y muchos se plantean si compensa abrir La nieve reaparece en las estaciones y beneficiará a los esquiadores pero retendrá a otro perfil de viajero
Tras un puente de noviembre positivo para las zonas turísticas aragonesas, con gran afluencia de público, y con expectativas buenas para el de la Constitución y la Inmaculada, la incertidumbre es la nota común en los establecimientos de Aragón. Subir o no los precios, ¿cuánto?, ¿habrá nieve? ¿será demasiada? ¿merece la pena abrir toda la temporada? Estas son algunas de las preguntas que se hacen asociaciones turísticas y empresariales tanto de Huesca, como de Teruel o Zaragoza. Y a un mes vista todo son dudas, tanto por el tiempo –ayer las estaciones de esquí de Aramón Formigal y Candanchú aparecieron nevadas–, ya que algunas zonas se beneficiarán con la llegada de esquiadores mientras que otros viajeros evitarán salir de casa si se esperan ventiscas o lluvias; como por los precios, ya que los del combustible, la alimentación, etc, harán que levantar una persiana sea más caro y no todo se puede repercutir en lo que paga finalmente el consumidor.
Los empresarios creen que será bueno porque están teniendo muchas llamadas pidiendo información tanto en alojamientos rurales como en hoteles en las tres provincias. En Teruel se prevé «semejante al puente de noviembre», que hubo una alta ocupación, afirma Roche Murciano, presidente de la Asociación Provincial Teruel Empresarios Turísticos, a diferencia del del Pilar que «fue descafeinado por caer entre semana». También en Sos, donde «se van haciendo reservas» y sobre todo se pregunta, «por lo que ya ves una tendencia», asevera Felipe Díaz Cano, presidente de los Empresarios Turísticos de Sos del Rey Católico.
Aunque no todos lo harán, en lo que están de acuerdo es en que los precios deberían subir y alguno lo cifra entre un 10 o un 15% para compensar el alza de precios por poner la calefacción, los electrodomésticos o preparar un menú. «Habrá que subirlos un pelín pero con conocimiento porque todos lo estamos pasando mal, nosotros y también los clientes», reconoce Jesús Marco, presidente de la Federación Aragonesa de Turismo Rural (Faratur), quien no se atrevió a estimar lo que sería una subida justa, pero sí aseguró que habrá establecimientos que decidirán «cerrar antes que subir los precios porque los clientes también lo están pasando mal y no es cuestión de clavar». Para Marco este es un problema que se viene arrastrando desde la pandemia porque desde entonces «no se han tocado» pero insiste en que «como estamos no nos podemos quedar. Hay que subir de forma equilibrada para no abusar».
Desde la asociación Turismo verde de Huesca tienen claro que «ahorrar no se puede porque las temperaturas en este tiempo son frías» y se trata de tener una estancia confortable y la única solución es «una subida lo más justa posible», señala su representante, antes de añadir que los precios en Huesca «no son desorbitados y hay para todo tipo de viajeros». Pone como ejemplo que un apartamento para cuatro personas que el año pasado costaba 80 euros la noche, «este serán 90, pero si se reserva