La agroindustria busca sinergias para transferir la investigación al campo
«La asignatura pendiente es que la agricultura familiar dé el salto tecnológico con nuestra ayuda» Ante un escenario de inflación y cambio climático, la eficiencia se vuelve fundamental «La financiación privada juega un papel fundamental en el cambio que
La agroindustria se encuentra ante un momento crucial. El cambio climático y sus estragos ponen en jaque a toda la cadena alimentaria, mientras que la guerra de Ucrania y la inflación han desequilibrado la globalización y el mundo entero piensa y repiensa sobre cómo alimentar a los casi 10.000 millones de personas que habitarán el planeta en 2030. Para ello el sector debe transformarse, y sobre eso versó la mesa de debate Innovación y Transformación en el sector agroalimentario en el marco de Futuribles.
«Con la comida no se juega. La agroindustria es estratégica, con mayúsculas, subrayado y en negrita», resumió Ricardo García, el director de Cajamar Innova, para subrayar lo que justo antes había suscrito el director de Desarrollo Rural del Gobierno de Aragón, Jesús Nogués, quien insistió en ese carácter «estratégico» del sector agroganadero que «ahora se enfrenta a tiempos de cambio», mientras que Lucía Soriano, la directora gerente del Centro de Investigación y Tecnología Agroalimentaria de Aragón (CITA), llamó a leer el contexto actual «en un escenario de emergencia climática».
La cuestión radica, según coincidieron los cuatro ponentes, en reducir el uso de insumos a base de eficiencia y en invertir en la mejora de los regadíos. Pero el paso debe iniciarse desde abajo, con los pequeños agricultores a la cabeza, aunque las inversiones son cuantiosas por lo que la financiación se vuelve absolutamente necesaria. «Queremos que todo siga igual pero para eso tenemos que cambiar. Los planes de ayudas como el Perte agroalimentario nos ayudarán a financiar la transformación, pero no podemos condicionar esa transformación tan solo a los fondos europeos. Necesitamos financiar todas las inversiones y para esos estamos las entidades como Cajamar, que queremos ir más allá de nuestra función de otorgar créditos», explicó Ricardo García Lorenzo, en referencia a la labor de asesoramiento para los perceptores de la PAC o esa parte «intangible» que radica en los planes formativos para esos agricultores «que ya son empresarios». Uno de esos ejemplos es la incubadora de empresas con la que pretenden atraer talento para idear soluciones para ese «problema crítico de España» que es la gestión del agua, y que ya cuenta con 63 empresas.
Jesús Nogués, el director de Desarrollo Rural del Gobierno de Aragón, llamó a dar «el salto tecnológico» en la agricultura familiar, la gran «asignatura pendiente» puesto que las corporaciones agroalimentarias lo tienen más sencillo por su capacidad económica. Incidió Nogués en «la importancia del segundo pilar de la Política Agraria Común», el que otorga ayudas para la mejora de las infraestructuras y la eficiencia a través de esos 580 millones de euros que llegarán con los Planes de Desarrollo Rural.
Carlos Franco, asesor técnico para el Desarrollo Tecnológico y la innovación (CDTI), puso el acento sobre «la necesidad de apoyar a las cooperativas y a las pequeñas y medianas empresas» a base de ayudas, dejando claro que el CDTI se dedica «a financiar y no a dirigir» hacia dónde van las líneas de ayudas, pues entiende que «deben ser los actores del sector, aquellos que mejor conocen la actividad, quienes apuesten por unas u otras tecnologías».
Lucía Soriano llamó además a no confiar ciegamente en que la ciencia disipará los nubarrones y subrayó que «no puede quedarse en su torre de marfil, sino que debe dar servicio público». «La ciencia no va a resolver todos los problemas de la industria. El reto es entender los límites biofísicos, saber hasta dónde podemos producir e incluso regresar en la medida que se pueda a ese modelo similar a la agroecología», dijo la directora del CITA.
Por ello, se citó la colaboración público-privada como la herramienta más eficaz para transferir conocimiento. El director de Cajamar Innova señaló que a través de iniciativas como esta salen los casos de éxito, aunque llamó a la paciencia. «Innovar no es barato y la rentabilidad se obtiene en el medio-largo plazo», afirmó García. Jesús Nogués incidió en la creación de «grupos de cooperación para que el propio sector sea el que dirija hacia dónde van las investigaciones».
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