Pena mínima para el mando policial que robó dos alijos
Inicialmente afrontaba hasta 6 años de prisión, pero la condena ha sido de uno Sustrajo botellas de bebidas alcohólicas, cosméticos y prendas incautadas
Enrique Gascón Becerril, quien fuera inspector jefe responsable de la Brigada Móvil, de la Unidad Canina y de Subsuelo de la Jefatura Superior de Policía de Aragón y que acabó acusado de robar dos alijos de botellas de alcohol y cosméticos, no irá a prisión, pese a su condena. La magistrada presidente del jurado popular le impone un año de prisión, el pago de 720 euros de multa y queda inhabilitado para el cargo. El otro gente que le acompañó en el banquillo, José Rafael A. P. quedó absuelto tras un veredicto de no culpabilidad.
Este mando policial, que ya está jubilado, afrontaba inicialmente una horquilla de penas de entre los 3 y los 6 años de cárcel que solicitaban, respectivamente, la Fiscalía y el abogado que ejerció la acción popular en nombre del sindicato Jupol, Marco Antonio Navarro. Sin embargo, la jueza María Pilar Lahoz ha puesto un año y lo justifica al afirmar que Gascón Becerril no tiene antecedentes penales y en cuanto a la gravedad del hecho, que no es lo mismo que gravedad del delito cometido, «prescindiendo de que se trata de un delito cometido por funcionario público y que recae sobre caudales públicos, pues tales circunstancias ya determinan el marco penológico fijado por el legislador, y atendiendo a que no se ha podido determinar el número de efectos que detrajo de la administración se le impondrá dicha pena».
Como hechos probados la sentencia señala que en los calabozos de la Jefatura Superior de Policía de Aragón, situada en Zaragoza, se almacenaban más de 2.000 botellas de bebidas alcohólicas de distintas marcas procedentes de una operación policial llevada a cabo en 2017 y también centenares de cosméticos y prendas procedentes de otra actuación policial ese mismo año. Todo ello se empaquetaron en bolsas negras grandes y cajas de cartón, que fueron cerradas con cinta policial adhesiva o cinta adhesiva marrón, fijándose a cada bolsa o caja una hoja en la que se hacía constar el número de atestado, el juzgado a cuya disposición quedaban y el contenido de esa bolsa o caja. Algunas resultaron estar abiertas.
El día 4 de septiembre de 2019, en una reunión del jefe superior de la Policía de Aragón con diversos mandos, entre los que se encontraba Enrique Gascón Becerril, el Jefe Superior de Policía, entre otros temas, manifestó que había que trasladar los efectos incautados que estaban depositados en los calabozos de la Jefatura Superior de Policía a las dependencias policiales de General Mayandía, sin que lo ordenara de forma directa a ninguno de ellos.
Entonces, Gascón Becerril, asumió la tarea de encargarse él de llevar a cabo el traslado de los efectos. Decidió realizar el traslado un domingo por la tarde con la ayuda de su subordinado y dos amigos.
Cuando Enrique Gascón Becerril inició la mudanza en la tarde del 8 de septiembre, sabiendo que se trataba de efectos ocupados en operaciones policiales que estaban allí depositados a disposición judicial, «quitó o hizo quitar cintas policiales y adhesivas que cerraban las bolsas negras y las cajas de cartón con los efectos, seleccionando productos de cosmética y llegando a abrir y probar alguno, depositándolos en otra celda y haciendo una fotografía de los mismos, con la finalidad de quedárselos en su beneficio». «Igualmente seleccionó botellas sueltas que iba cogiendo de las cajas, con la finalidad de hacerlas suyas, y cambió cajas de cartón por otras o por cestas abiertas de plástico, en las que metió botellas», señala la sentencia. A partir del 9 o 10 de septiembre aparecieron anónimos en los que se refería que se habían apropiado de efectos durante el traslado. Esto llevó a hacer un recuento, comprobando que de las 2.059 botellas incautadas en su día faltaban 377 y que 118 no se correspondían con las incautadas en 2017. También faltaban colonias.
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