¿Seguridad?
Siempre que se presentan varios días seguidos festivos en el calendario anual y para desconectar del ritmo acelerado de vida que se suele llevar en este siglo XXI, hay unos que se van a la playa para descansar, otros que se dirigen a la montaña para relajarse, y los hay también que buscan algo que hace tiempo se ha puesto de moda y que resulta más original y divertido: el visitar parques temáticos enfocados en la naturaleza, folclore o atracciones, y que –por regla general– hacen las delicias de grandes y pequeños.
Ahora bien, para esta última opción no hay que cruzarse el Atlántico para visitar los famosos sitios en Florida o California, ni tampoco hay que desplazarse a la «ciudad de la luz» de nuestro país vecino, ya que en nuestro país existen diversos parques de atracciones para poderlo pasar «pipa», es decir, grande con la familia y amigos, como el tarraconense de Port Aventura.
Por eso, el reciente incidente acaecido precisamente en este último de las localidades VilasecaSalou durante las horas centrales del domingo pasado día 11 de febrero –causando 14 heridos, de los cuales 2 de ellos permanecen aún en estado critico– ha causado una enorme conmoción en la ciudadanía. Porque de inmediato ha sido puesto en tela de juicio la seguridad en este tipo de grandes instalaciones de ocio, ya que resulta absoluta y totalmente inentendible, primero, la existencia de multitud de árboles muy cercanos a los vagones de la montaña rusa Tomahawk y cuyas ramas provocaron la caída de los clientes, y, segundo, el aumento cada año de la fecha de apertura de los parques a los visitantes y que se corresponde con el aumento exponencial de sus beneficios. Y es que no es de recibo su explicación de que el funcionamiento del tren fue correcto al no descarrilar, puesto que debía de haberse cerrado a cal y canto por el gran riesgo que tenía, así como la falta de control de las autoridades pertinentes.