Atención integral a las adicciones
Teruel acogerá, a partir del 1 de abril, un proyecto piloto que supondrá la atención integral a las personas con adicciones y que sufren también una patología psiquiátrica asociada. Así lo anunció ayer el director general de Salud Mental del Gobierno de Aragón, Manuel Corbera, durante su comparecencia en la Comisión de Sanidad de las Cortes de Aragón. Se trata de un modelo que existe en otras zonas de España, pero no en Aragón, y que consistirá en atender a estas personas mediante un «abordaje dual» en una unidad que tendrá su sede en el centro de salud del Ensanche de la capital turolense, según explicó Corbera.
Esta medida se implanta coincidiendo con el hecho de que el concierto que posee la DGA con la Unidad de Atención y Seguicios miento de Adicciones (UASA) de Teruel, que gestiona Cruz Roja, finalizó el pasado 30 de septiembre y, además, con la jubilación este mes del médico que da atención en ella.
De este modo, el tratamiento de estas personas, alrededor de 200, se asumirá a partir de abril por parte del Salud. «Dado que la mayor parte de los pacientes atendidos en las UASA están, además, en tratamiento en las unidades de salud mental por otra patología psiquiátrica, establecemos ahora un dispositivo en el que la atención es integral para ambas patologías. Esto es lo aconsejado en todas las guías clínicas, es decir, que la atención sea paralela y no secuencial», expuso Corbera.
Por otro lado, el director general planteó como «objetivos» de su gestión la «recuperación» de espa
para la atención en salud mental y hacer frente a «carencias», como el número de camas de hospitalización breve de adultos. Además, se refirió a la intención de mejorar el número de plazas de hospital de Día Infantojuvenil y la necesidad de un dispositivo residencial de hospitalización de media-larga duración también para jóvenes.
En materia de personal, Corbera indicó se va a trabajar en medidas para cuidar la salud mental de los profesionales y en fidelizar a quienes se han formado en Aragón. En la comunidad hay 3,97 psicólogos y 9,88 psiquiatras por cada 100.000 habitantes, por debajo de la media española. Además, el problema se va a agravar en los próximos años porque se jubilarán un buen número de esos profesionales.