«He visto todos los partidos del Zaragoza»
Juanele habla desde el hospital en el que permanece ingresado en Gijón después de sufrir un ictus en febrero El Pichón ya camina con muletas
Tranquilo, centrado en el proceso de rehabilitación y agradecido. Juan Castaño Quirós, Juanele, le gana el partido al ictus que el pasado 24 de febrero le sorprendió cuando se disponía a cenar con unos amigos. El exjugador del Real Zaragoza evoluciona favorablemente y atiende a La Nueva España, de este mismo grupo editorial, desde el HUCA, donde permanece ingresado, para hablar por primera vez de lo sucedido: «Me encuentro bien. Gracias a todos por el apoyo que me estáis mostrando a través de llamadas y mensajes. Saldré con más fuerza de todo esto», comparte el Pichón, que poco a poco va recuperando movilidad en la pierna y el brazo izquierdo, las zonas más afectadas.
«Estoy viendo todo el fútbol que puedo. He visto todos los partidos del Sporting. También del Real Zaragoza», confiesa Juanele tras completar, ayer martes, una nueva jornada de rehabilitación. Su evolución es positiva. Ha iniciado la semana caminando él solo con la ayuda de una muleta. Pequeñas conquistas logradas en el día a día que llevan a pensar en poder conseguir una recuperación completa. «Estoy trabajando duro y siguiendo todas las pautas que me están dando tanto los médicos como los fisioterapeutas. Motiva ver cómo poco a poco vas evolucionando», explica Juanele.
El exjugador del Real Zaragoza estaba invitado al acto de conmemoración del 20º aniversario del título de Copa de Montjuïc, en el que el conjunto aragonés, dirigido por Víctor Muñoz, derrotó al Real Madrid con un inolvidable tanto de Luciano Martín Galletti.
«Hay que ganar fuera», reflexiona, volviendo al fútbol, sobre la dinámica del Sporting, uno de sus mayores estímulos para romper con el día a día en el hospital. «Necesitamos una victoria el sábado ante el Alcorcón», asegura.
El exjugador comparte la alegría de saberse tan querido ante la infinidad de muestras de cariño que ha recibido en las últimas semanas a través del teléfono y las redes sociales. También las transmitidas por su hija y su amigo Chumi, dos de las personas en las
que más se está apoyando para superar las consecuencias del ictus y salir de la monotonía del régimen hospitalario. «Todo el mundo se ha portado muy bien conmigo desde el primer momento. Es de
agradecer. Desde los médicos que me trataron incluso antes del ingreso y una vez llegado al hospital, como los fisios que me están ayudando en la rehabilitación», afirma Juanele.