La DGT dice en Zaragoza que estudia implementar airbags en las motos
El Pabellón Puente alberga una conferencia internacional para abordar la mortalidad sobre las dos ruedas, que ha aumentado un 37% en la última década
La Dirección General de Tráfico (DGT) quiere atajar durante la presente legislatura la elevada siniestralidad vial que siega la vida de un elevado número de motoristas españoles (299 en 2023, seis de ellos en carreteras aragonesas) y estudia implantar la obligatoriedad del uso de cascos integrales y guantes homologados en carretera, así como la instalación de airbags y el uso de calzado cerrado. Así lo anunció ayer en Zaragoza el máximo dirigente del órgano responsable de evitar los accidentes en el asfalto, Pere Navarro, en el marco de la primera Conferencia Internacional de Seguridad Vial de la moto que acoge el Pabellón Puente y organizan la Asociación Nacional de Empresas del Sector de Dos Ruedas (Anesdor), la DGT y la Fundación Ibercaja.
En la última década, mientras que las muertes por accidente de tráfico se han reducido en España, las fatalidades que afectan a motoristas han aumentado un 37% pese a que solo representan el 3% del volumen de tráfico. Las motos, subrayó Pere Navarro, suponen el 25% de las muertes en accidentes de tráfico, lo que justifica la búsqueda de soluciones para este problema y la necesidad de «remar todos en la misma dirección», a lo que a su juicio puede servir este congreso que reúne a la industria, fabricantes e importadores de motocicletas junto a las instituciones que velan por la seguridad vial.
El director de la DGT avanzó que modificarán los exámenes de conducción de motos de alta cilindrada, que incluirán pruebas en carretera y la necesidad de llevar airbag durante el examen. En cuanto a la infraestructura vial, apostó por mejorar las carreteras y la señalización, especialmente en los tramos donde se concentran los accidentes, y destacó la incidencia que ha tenido la reducción de la velocidad en las ciudades a 30 km/h como una medida efectiva para calmar el tráfico y prevenir accidentes mortales.
Llama la atención la edad de los fallecidos, que suelen tener entre 35 y 54 años con una media de 10 años con el permiso de conducir moto A
y llevan vehículos de alta cilindrada. En este sentido, Navarro llamó la atención sobre este tipo de motos, vehículos con 200 caballos de potencia y 200 kilos de peso que están hechas «para correr en un circuito» y que en la carretera presentan «un especial peligro».
Por su parte, el presidente de ANESDOR, Jordi Bordoy, propuso crear un comité de expertos para clasificar y comprender mejor la casuística y, aunque reconoció que «no hay soluciones mágicas» para abordar este problema, destacó que con un análisis profundo se podrán tomar medidas más efectivas.
La alcaldesa de Zaragoza, Natalia Chueca, destacó la importancia de este congreso para tomar medidas para seguir protegiendo a los vulnerables, como son los motoristas, ciclistas y usuarios de patinetes, para los que, recordó, el ayuntamiento, ante la ausencia de una instrucción nacional, ya ha avanzado en el uso obligatorio del casco en patinetes eléctricos en el nuevo proyecto de ordenanza de movilidad, una medida que Pere Navarro aplaudió y avanzó que replicará durante la legislatura.