«Veo poca diferencia en Aragón respecto a Europa, gobierne quien gobierne»
La directiva, que estuvo ayer en Zaragoza, analiza el papel de Aragón en la UE y las claves de las elecciones europeas del próximo 9 de junio, tras una legislatura marcada por el covid, la guerra de Ucrania y la consumación del Brexit.
— ¿Qué balance hace de estos cinco años en Europa?
— Muy positivo. Y no porque hayan sido buenos tiempos para la Unión Europea y para el mundo, sino porque la UE ha aprendido las lecciones de las crisis financieras, para responder con una velocidad que no se conocía antes de esta legislatura al covid o a la invasión de Ucrania.
— Ha sido una etapa en la que España ha tenido mucha importancia, ostentando la presidencia durante la segunda mitad de 2023.
— Esos seis meses han sido una batalla contrarreloj para sacar un montón de temas que habían quedado en el tintero por culpa de la pandemia y la guerra. Cuestiones como avanzar en los derechos de las personas con discapacidad, así como asegurar la transición verde o la transición digital, con la primera ley mundial sobre la Inteligencia Artificial (IA).
— Aragón tiene proyectos estratégicos como el Canfranero que van a necesitar a la UE.
— Independientemente de quien esté en el gobierno de una comunidad autónoma, hay por encima una serie de intereses estratégicos que la
región ha ido negociando y ya tienen una inercia que los mantiene. Veo poca diferencia gobierne quien gobierne. Hay una eurodiputada aragonesa, Isabel García, que es del grupo socialista y que ha hecho un muy buen papel en estos cinco años.
— ¿Cómo valora la ejecución de los fondos Next Generation en la comunidad?
— Al principio hubo mucha incertidumbre
sobre qué eran estos fondos europeos. Tuvo que pasar un tiempo para desarrollar mecanismos de control, auditoría y adjudicación. Y en ese tiempo hubo muchas críticas desde las comunidades al Gobierno central. Luego, se ha entendido bien que la prioridad de los Next Generation era crear proyectos vertebradores de país, invertir en grandes iniciativas innovadoras que salvasen a España del parón por el covid. En ese sentido, Aragón
ha sido capaz de atraer proyectos muy interesantes y está entre las comunidades autónomas que van en cabeza. Mientras que España, pese a las críticas, también va en cabeza.
— España se ha posicionado por el reconocimiento de Palestina, pero hay otra serie de actores que no están por la labor. ¿Qué papel va a jugar Europa?
— La UE siempre ha intentado rebajar la intensidad y conseguir un alto el fuego negociado cuanto antes. El Gobierno español, junto a otros países como Irlanda, está haciendo esfuerzos para ese reconocimiento de Palestina. Sin juzgar el horror que supusieron los crímenes terroristas de Hamás, lo que no se puede hacer es mirar hacia otro lado. La incursión de Irán nos hace temblar, pero los 27 Estados miembros han pedido a Israel que la reacción no contribuya a una escalada del conflicto en la región. Si eso no se respeta, los expertos ya hablan de un incremento del precio del petróleo, de las materias primas
El Brexit, lejos de tener un efecto contagio, ha acabado suponiendo un efecto vacuna
y de la inflación, como ya hemos visto en Ucrania.
— ¿Hay temor sobre los movimientos populistas euroescépticos tras el Brexit?
— No todos los movimientos populistas tienen el mismo grado de eurofobia. El Brexit, lejos de tener un efecto contagio, ha acabado teniendo un efecto vacuna. La experiencia con el Reino Unido ha provocado que los movimientos eurófobos y populistas, sobre todo de extrema derecha, ya no hagan campaña por la salida de la UE, sino que lo que intentan es entrar con fuerza en las instituciones europeas para cambiarlas desde dentro. España es un país tan europeísta que ningún partido va a hacer campaña por ello.