El expolio y el vandalismo se ceban con los pueblos abandonados de Aragón
La Asociación Despierta alerta de la situación en la que se encuentran varias localidades, como Tiermas, y urge al Ejecutivo un Plan de Recuperación
La despoblación y el olvido de ciertos núcleos que en su momento estuvieron habitados acarrea consigo un problema: el vandalismo. Esto es lo que denuncian desde la Asociación Sociocultural Aragón Despierta, que exige «respeto a la memoria y la dignidad de los numerosos núcleos deshabitados en Aragón, hoy la mayor parte de ellos en ruina progresiva» y proponen un Plan para la Recuperación de Pueblos Deshabitados para evitar situaciones como la que se está vivienda en Tiermas, una localidad ahora vandalizada.
Las ruinas, consecuencia del abandono de estas antiguas pedanías, se han apoderado de la mayoría de sus inmuebles –incluidos muchos de carácter histórico-artístico y de gran valor etnográfico– hasta perderse en muchos casos.
El siguiente paso, alertan, es el expolio de las antiguas localidades «por parte de gente que literalmente robó elementos de gran valor histórico, artístico y sentimental. Y, lamentablemente, constatamos que en algunos casos ahora e une el vandalismo a través de pintadas, absolutamente fuera de lugar, que no hacen sino rematar la falta de respeto a la memoria y la dignidad de estas localidades».
Es lo que ha sucedido en la localidad de Tiermas, junto al embalse de Yesa, en el término actual de Sigüés. Según esta asociación, la casi totalidad de inmuebles que aún mantienen en pie sus fachadas está afectados por la ruina, el expolio y el vandalismo de pintadas recientes. Aseguran que no solo afecta a las casas de las familias que un día desarrollaron su vida aquí, sino incluso la propia iglesia se encuentra muy afectada, así como otros inmuebles de gran valor histórico como es lo que queda de la puerta de acceso de
la antigua muralla del pueblo, conocida como Portal de las Brujas.
Según la entidad, la iglesia está afectada tanto en la portada como en el resto del exterior y también en el interior. Además del daño material, se trata de una falta de respeto total a vidas y situaciones pasadas marcadas por el sufrimiento y el zarpazo de la despoblación.
Tiermas es un ejemplo más, subrayan. Es por ello, por lo que desde Aragón Despierta «exigen» el respeto debido a las localidades deshabitadas y a la memoria de sus antiguos moradores, «quienes se vieron obligados a abandonar el sitio por diferentes razones». A pesar de ser conscientes de la complejidad de tomar medidas por parte de las administraciones públicas para evitar este tipo de actuaciones vandálicas, insisten en la necesidad de mantenerlas presentes. Para ello proponen la creación de un Plan para la Recuperación de Pueblos Deshabitados debidamente actualizado a su situación en el siglo XXI, en el que se pudieran abordar todos los aspectos posibles de recuperación.