El Pablo Serrano incorpora la ‘Bóveda para el hombre número 28’ del escultor
Esta pieza, adquirida a un coleccionista italiano por 15.000 euros, formó parte de la muestra de Pablo Serrano en la XXXI Bienal de Venecia de 1962, donde fue finalista.
«Tiene su propia peana, puntos de apoyo que le dan la sensación de ser más ligera»
El Instituto Aragonés de Arte y Cultura Contemporáneos (IAACC) Pablo Serrano ha incorporado a su exposición permanente, en la sala 02 del museo, la Bóveda para el hombre nº 28 del escultor turolense. La pieza formó parte de la exposición de Pablo Serrano en la sala central del Pabellón de España de la XXXI Bienal de Venecia de 1962, donde quedó finalista.
El director general de Cultura del Gobierno aragonés, Pedro Olloqui, la directora honorífica del IAACC Pablo Serrano, Susana Spadoni, y el director del museo, Julio Ramón, presentaron ayer la nueva obra adquirida por el Ejecutivo autonómico y que pasa a formar parte de la colección del centro. En el acto participaron también los miembros de la comisión asesora del museo, Lola Durán y Luis Nozaleda.
La pieza presenta como singularidad que «tiene su propia peana, unos puntos de apoyo que le dan la sensación de ser más ligera». La obra, comprada a un particular de Italia, ha llegado «en muy buenas condiciones», aunque ha sido objeto de una pequeña intervención porque, según explicó Julio Ramón, «debió estar en algún momento al
aire libre, pero protegida», por lo que se ha limpiado alguna pequeña suciedad causada por insectos en los recovecos. La pieza ha supuesto una inversión de 15.000 euros.
Por su parte, la directora honorífica del IAACC Pablo Serrano, Susana Spadoni, agradeció al director general y al director del museo su sensibilidad a la hora de recuperar obras del escultor y consideró que esta pieza se ha adquirido «a un precio muy razonable», dado que
podría llegar a valer «90.000 o 100.000 euros».
El Gobierno de Aragón adquirió en 2023 a un coleccionista italiano la Bóveda para el hombre nº 28 de Pablo Serrano, perteneciente a la serie Bóvedas para el hombre y que formó parte de la exposición de Pablo Serrano en la sala central del Pabellón de España de la XXXI Bienal de Venecia de 1962.
Dentro de la trayectoria de Pablo Serrano (Crivillén, 1908 – Madrid,
1985), la década de los años 60 representa un periodo de intensa creación artística, que daría lugar a algunas de sus series escultóricas más significativas: Bóvedas para el hombre, Hombres – Bóveda, Unidades – Yunta, Lumínicas y Hombres con puerta. Fue, además, en estas series donde Serrano comenzó a interpretar en clave escultórica el personal discurso humanista que siempre le caracterizó. La fecundidad artística de esta etapa llevaría aparejada la consolidación del escultor en el panorama internacional, mediante su participación en un número considerable de exposiciones individuales y colectivas. Esta nueva década se inauguraba con la presencia de dos obras de Serrano en una exposición clave dentro de la Historia del Arte español como fue la New Spanish Painting and Sculpture, celebrada en el MOMA en 1960.
El museo cuenta con otras nueve esculturas de la serie Bóvedas para el hombre, pero ninguna de ellas participó en la citada muestra, por lo que la incorporación de esta obra a la colección del museo y su muestra permanente permiten reforzar el peso de la serie dentro del discurso del museo, con el interés añadido de tratarse de una de las obras con las que Serrano iniciaba esta etapa. La escultura destaca por su excepcional interés artístico, así como por el tamaño que presenta. Esta consideración se basa en la solución plástica adoptada por Serrano en el arranque de esta serie, mediante el ensamblaje de piezas de perfiles afilados que se muestran herederas de las soluciones aplicadas en sus Tauróbolos, representados en el museo con una pieza de 1958.
Al margen de su dimensión estrictamente artística, la incorporación de esta escultura al discurso expositivo permite representar y entender la participación y éxito de Serrano en el circuito expositivo internacional de los 70, teniendo en cuenta que ésta participó en la XXXI Bienal de Venecia.