Muerte de niños para ‘matar en vida’ a la madre
Radiografía de la violencia vicaria: hombres que matan a sus hijos durante las visitas y porque no aceptan la separación
De los siete niños asesinados en lo que llevamos de año por sus padres, cinco han sido por violencia vicaria, es decir, el motivo del agresor era hacer el máximo daño a la madre, a la que dejan muerta en vida. Los otros dos, que fallecieron el pasado martes en El Prat, fueron asesinados junto a su madre.
La violencia viaria es un fenómeno poco estudiado, dado que la mayoría de esfuerzos se han dirigido, hasta ahora, a analizar y prevenir la violencia contra las mujeres. Pero un estudio titulado Un golpe irreversible contra las madres, en el que se ha analizado 50 asesinatos desde el año 2000, a partir de 400 sentencias judiciales y los datos aparecidos en los medios, permite tener una radiografía de esta macabra aberración: la
mayoría de los agresores son los padres biológicos, que no aceptan que su pareja rompa con ellos y que, en más de una ocasión, las habían amenazado precisamente con hacer daño a sus hijos.
LOS AGRESORES
La mayoría tienen entre 30 y 50 años y son españoles (el 68%), lo que desmonta el discurso de Vox de que los agresores machistas son, mayoritariamente, extranjeros. El 47% (sobre los que existen datos) tienen empleo y un 53% están en paro. Ocho de cada diez son los padres biológicos de los menores asesinados, mientras que solo en el 20% de los casos el asesino es el padrastro, pareja o expareja de la mujer, a la que pretende hacer el máximo daño. Y, frente al estereotipo de
que los asesinos cometen sus crímenes en un momento de enajenación o bajo los efectos de las drogas o el alcohol, el estudio indica que casi el 70% de la muestra no había consumido ninguna sustancia estupefaciente de forma habitual o en el momento del crimen, frente a un 12% que sí lo habían hecho. De ellos, un 45% bebía alcohol de forma habitual y lo hizo el día del crimen, el 27% cocaína y el mismo porcentaje cannabis. Y solo el 6% habían sido diagnosticados de una enfermedad mental, en concreto, todos ellos, de esquizofrenia.
Cuando las autoridades fueron alertadas de la violencia, en el 70% de las casos no se establecieron medidas de protección y en el 20% solo se tomaron para las madres.