«El blanqueo de capitales», principal origen del caso que juzga a Zaplana
El caso Erial entra en fase de testificales. El turno de los testigos lo iniciaron los agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil que realizaron la operación Erial que estalló el 22 de mayo de 2018 con la detención de Eduardo Zaplana. El objetivo de las comparecencias para los abogados de las 15 defensas es conseguir anular el origen de la causa, la famosa hoja de ruta que detallaba la creación de empresas en Luxemburgo y el retorno del dinero a España para ocultar el rastro del dinero pagado por la familia Cotino a Zaplana y su entorno por las adjudicaciones en las concesiones de las Inspecciones técnicas de vehículos (ITV) y el Plan Eólico.
Yonqui del dinero
Una hoja de ruta que, además, se encontró en 2015 durante el registro del despacho del primer abogado del yonqui del dinero Marcos Benavent, en el marco del caso Taula, en 2015. Un registro y un hallazgo casual que las defensas atacan por tierra, mar y aire desde la instrucción. Hasta ahora sin ningún éxito.
Los agentes que intervinieron en el registro iban en busca de las empresas que Marcos Benavent usaba para desviar las mordidas que cobraba cuando estaba al frente de la gerencia de Imelsa. De ahí que todo lo que fueran sociedades, cuentas bancarias o protocolos notariales llamaran la atención de los agentes de la UCO. Y entre los «papeles» seis folios que trataban sobre Imison International, el Plan Eólico y cuentas bancarias en Luxemburgo. «Se dedujo la posibilidad de un blanqueo de capitales», explicó el jefe del operativo.
Una intuición que el abogado de Zaplana, exfiscal anticorrupción, intentó poner en duda. Aunque el agente se mantuvo firme. «En ese momento llevaba 12 años dedicándome a la investigación económica y una documentación así, para mí, significaba esa posibilidad de blanqueo», aseguró el guardia civil al tribunal.