La operación Mayandía define su plan de obras: un derribo al estilo Romareda
Por fases y hasta el verano de 2025
La reconversión del viejo cuartel de Mayandía, en el centro de Zaragoza, en la futura Jefatura Superior de Policía de Aragón empieza su andadura de la mejor manera posible: con once ofertas presentadas a su primer contrato público, el de la demolición parcial y reforma de los bloques que seguirán en pie, y una importante mejora en el precio, que abaratará el coste en más de un 15%. Pero sobre todo define con claridad un plan de obras, diseñado por el equipo de arquitectos de Joaquín Sicilia y Pilar Cenis en el proyecto básico y ejecutivo del proyecto, que se asemeja, en parte, a lo que se pretendía con la nueva Romareda, sobre todo en la idea de demoler la edificación actual mientras se mantiene la actividad que actualmente se desarrolla en ella. En su caso, hay importantes diferencias que han permitido una planificación por fases que les dejará ir moviendo al personal que ahora trabaja en sus instalaciones mientras avanzan los trabajos en otra zona del complejo.
En este caso, la primera fase comenzará, obviamente, por el enorme bloque de la fachada este que se dedica a viviendas y que ahora está en desuso. Ocupa todo el eje longitudinal de la calle Tomás Crespo Agüero (la que separa el cuartel del colegio Joaquín Costa) y que conecta la calle Sacramento con la de General Mayandía. Este tiene 8.509 metros cuadrados edificados, con planta baja y cuatro alturas (1.591 por planta) y un semisótano de 554.
Pero en paralelo comenzarán las obras de reforma de la segunda y tercera planta del bloque ubicado en la fachada norte, la que da a la calle General Mayandía. Estas se dedican a viviendas y se transformarán en espacios diáfanos para darles un uso de oficinas. ¿Por qué esta intervención si se va a construir una nueva Jefatura luego? La razón es permitir trasladar allí a los trabajadores que ahora están en el bloque de oficinas existente en el ala oeste, la que linda con la avenida Anselmo Clavé y que, según ese plan de obras, será demolida en la última fase. Este bloque tiene 1.171 metros cuadrados en planta baja y 1.165 en cada una de las dos alturas en alzada, en total 4.670 que desaparecerán cuando finalice la demolición en el verano de 2025. Mientras, no se actuará sobre el bloque sur, que linda con Madre Sacramento y que tiene 2.666 metros cuadrados de oficinas y almacenes (519 en planta baja y cuatro alturas, y 71 en semisótano) que se salvarán de la piqueta.