«Han pasado dos meses y aún no hemos conseguido nada»
Más de 800 agricultores y ganaderos se manifiestan de nuevo en Zaragoza ante la falta de «avances» por parte del Gobierno
El campo sigue luchando. Tras dos meses de protestas por toda España y Aragón, un total de 800 agricultores –según datos de Delegación de Gobierno– volvieron a salir ayer a la calle en Zaragoza para defender sus «derechos» en una marcha que comenzó a las 11.00 horas frente a la Confederación Hidrográfica del Ebro. En la manifestación convocada por Aragón Es Ganadería y Agricultura (AEGA) no faltó la tractorada, con 75 vehículos, que una hora antes ya había empezado su recorrido por Zaragoza desde el parquin del pabellón Príncipe Felipe.
«No pararemos hasta que se nos escuche» fue la frase con la que comenzaron sus movilizaciones hace más de diez semanas. Una realidad que comienza a acabar con la paciencia de los agricultores porque aseguran que todavía no se ha conseguido «nada». Así lo confirmó Miguel García entre la marea de manifestantes, quien incidió en que lo «poco» que han recibido «son migajas para tener a los sindicatos contentos y nada más».
Desde que comenzó la revuelta del campo su voz se ha ido fragmentando hasta el día de hoy. La lucha sigue, pero con dos frentes abiertos: por un lado, los sindicalistas y, por otro, los espontáneos, quienes aseguran que solamente los primeros «se han visto beneficiados con las ayudas que han aportado hasta ahora desde el Gobierno».
«Lo único que se ha conseguido son medidas moratorias que no hacen nada frente a lo que nos han obligado a aceptar», agregó Ángel Ignacio Larraz, presente también en la protesta de ayer. Con estas palabras hizo referencia a la Agenda 2030 de la que afirmó que solo les «perjudica». Según el manifestante se trata de unas normativas tecnológicas y burocráticas que «impiden a los trabajadores poder cultivar».
La larga lista de problemas, según reclamaron, «no ha hecho más que crecer». A las «trabas» de las medidas verdes se les han sumado las complicaciones meteorológicas vividas en la última campaña. «Muchos agricultores se han quedado sin nada», expuso Raúl Blasco,
procedente de la localidad de Muniesa.
Una situación que aseguró que «no mejora» y que se ha intentado solventar con unas «pocas» soluciones que han sido «nada más que palabras». El joven insistió en la necesidad de «medidas urgentes» y entre ellas destacó la importancia de apoyar aquellos que acaban de comenzar a trabajar en el campo. «Si no se conceden más ayudas tendremos un problema de relevo generacional y, sin agricultores, no habrá comida para los ciudadanos», declaró.