Los dirigentes socialistas se dan un baño de masas
Delegación del Gobierno de Madrid cifra en 12.500 los asistentes a la manifestación de apoyo
Y la catarsis llegó con Quevedo, con Raffaella Carrá, con Rigoberta Bandini. La concentración de militantes y simpatizantes en apoyo a Pedro Sánchez a las puertas de Ferraz transcurrió con los ánimos justos hasta que la directiva decidió parar el Comité Federal para salir a saludar a los miles de manifestantes, 12.500 según la Delegación de Gobierno en Madrid.
Entre gritos de «merece la pena», «no pasarán» o «Pedro, quédate» con los dirigentes ya en la calle, por los mismos altavoces por los que minutos antes se seguían las intervenciones empezó a sonar Quédate, el éxito del cantante del canario. Y los sentimientos contenidos desde que Sánchez hizo pública la carta en que anunciaba que necesitaba reflexionar sobre su continuidad en la presidencia del Gobierno se desbordaron.
No fue el único mensaje que el partido y las bases quisieron hacer llegar con música a Sánchez. Al Quédate siguió Pedro, de Raffaella Carrá, con la gente repitiendo el «Pedro, Pedro, Pe» del estribillo y Teresa Ribera bailando al son. Y una tercera canción cargada de significación: Perra, de Rigoberta Bandini. No faltaron entre los asistentes quienes llevaban camisetas y chapas de amor a Perro Sanxe. Jóvenes pero también mayores saltaron y agitaron banderas del PSOE y de España distribuidas por la organización al tiempo que coreaban el estribillo liberando la sensación de incertidumbre y congoja que atenazaba al partido, de la dirección a las bases.
Más de 20 minutos
«De esto se trata, de emoción, esta es la fuerza de este partido y el sentido de estos momentos», aseguraba Pablo, votante socialista desde 1982, quien a su vez confesaba su «miedo» ante la decisión que finalmente pueda anunciar Sánchez
mañana. Durante más de 20 minutos, María Jesús Montero, Óscar Puente, Pilar Alegría, Santos Cerdán, Patxi López y Eneko Andueza, entre otros, se pasearon saludando a los simpatizantes.
«Seguimos preocupadas, pero la unión hace la fuerza», comentaba una joven cuando la manifestación ya había desembocado en una liberación de sentimientos que seguía con música de Serrat, Labordeta, la Internacional o Bella, ciao. Hasta ese subidón final, la manifestación transcurrió entre caras tensas y abatidas e intentos de mantener el optimismo, entre el deseo de que Sánchez anuncie que continúa y la incertidumbre sobre qué pasará.