El Periódico Aragón

«El flamenco siempre va conmigo, pero necesito abrazar otros lenguajes»

Mayte Martín presentará el próximo sábado en la sala Mozart del Auditorio de Zaragoza su nuevo disco de estudio: ‘Tatuajes’, en el que interpreta y versiona canciones que la han acompañado durante toda su vida. Doce temas muy alejados del universo flamenc

- RUBÉN LÓPEZ Zaragoza

Cantaora.

Mayte Martín es flamenco y es bolero. Ambos géneros conviven en su interior desde niña, de forma natural pero sin mezclarse. Así lo demostró en el disco que realizó junto a Tete Montoliu o en su primer álbum: Muy frágil, que la encumbró rápidament­e como una de las mejores cantaoras del país tras haber fraguado su talento en las primeras peñas flamencas catalanas. A pesar de ser sus dos grandes amores, la barcelones­a no ha dejado de dialogar con otros géneros y de buscar nuevos caminos artísticos. Su último disco es un claro ejemplo de ello con temas que van de la canción de autor, la bossa nova, la chanson française o el jazz. Lo presentará el próximo sábado en la Mozart en formato cuarteto (voz, piano, contrabajo y batería).

— ‘Tatuajes’ es un homenaje en toda regla a algunos de sus artistas más queridos.

— Sí, la idea era también esa; reivindica­r esas canciones y conservar su legado. Porque hay jóvenes que no saben quién es Víctor Jara o Violeta Parra. Si este disco sirve para que todos ellos las conozcan más, pues misión cumplida. Es un proyecto que tenía en mente desde hace mucho y estoy muy contenta del resultado.

— ¿Tuvo clara la selección de canciones desde el principio?

— No fue para nada complicado porque no fue una cosa pensada sino sentida. Me puse un papel en banco delante y fui escribiend­o las que se me venían a la cabeza. Fueron apareciend­o esas doce casi de tirón. Lo cierto es que me sentí muy cómoda interpreta­ndo todas ellas, y eso que son canciones muy dispares entre sí. Hay muchos géneros y muy variados conviviend­o en el disco.

— ¿Se plantea otro disco similar en un futuro con otros temas icónicos?

— No lo sé. Nunca sé lo que haré después. Obviamente hay más canciones que me han tocado la fibra a lo largo de mi vida, pero no sé si las versionaré en algún momento. Lo que sí sé es que estas doce son las primeras que me brotaron sin pensarlo demasiado.

— Como bien decía, hay muchos géneros conviviend­o en el disco.

— Sí, y al principio no me di cuenta de que eran canciones tan dispares entre sí. Me percaté cuando entré en el estudio a grabarlas. Eran doce micromundo­s conviviend­o en una sola obra. Y esto, de algún modo, habla muy claramente de quién soy yo musicalmen­te. Si alguien recorre

mi trayectori­a con mis diez discos sobre la mesa se dará cuenta de que no tienen nada que ver uno con otro.

— Su nombre, no obstante, está vinculado casi de forma inherente al flamenco.

— Sí, aunque es algo que tampoco tiene demasiada lógica, porque de esos diez discos solo dos han sido de flamenco. Pero bueno, no me parece mal siempre que eso no me limite a la hora de hacer los proyectos que quiero. Yo no me alejo nunca del flamenco, siempre está conmigo. Pero paralelame­nte necesito expresarme con otros lenguajes musicales y otras maneras de sentir y comunicar.

— ¿Divisa a corto o medio plazo un

disco cien por cien flamenco?

— Por supuesto. De hecho, yo he seguido creando proyectos de flamenco pero no los he llegado a grabar. Tengo un montón de temas compuestos y claro que haré un disco que recoja todo eso. Pero yo nunca sé qué será lo próximo. Voy viviendo y sintiendo, y las cosas se van acomodando. No planeo nada.

«No todo lo vanguardis­ta hace avanzar al flamenco; de hecho a veces lo hace retroceder»

— ¿Su pulsión flamenca salió a relucir cuando interpretó por primera vez los temas de ‘Tatuajes’?

«Probableme­nte, en un futuro haré un disco de tangos, es un género que me gusta muchísimo»

— Qué va. La pulsión flamenca sale cuando me meto en ese universo y en ese contexto. Yo si canto boleros soy bolerista y si canto canción de autor soy cantautora. Porque creo además que los géneros no son solo un repertorio, son un mundo en sí mismo. Y lo que me gusta preci

samente es sumergirme en cada uno de ellos, que es lo que he hecho precisamen­te en Tatuajes.

— ¿Qué opina de los puristas del flamenco?

— Creo que no hay que ser radical. Hay que estar abierto a los matices, pero siempre con la calidad por delante. Muchos puristas creen que todo lo clásico, por el hecho de serlo, es bueno y no es así. Igual que no todo lo vanguardis­ta sirve y hace avanzar el flamenco. De hecho, a veces lo hace retroceder. Y eso está ocurriendo en España.

— ¿Cuáles son sus primeros recuerdos relacionad­os con el flamenco?

— De niña, los domingos íbamos a casa de la hermana de mi padre. Mi tío era un armario ropero, un hombre muy grande, pero cuando ponía a Valderrama o a la Niña de la Puebla lloraba como si fuera un niño. A mí eso me conmovía. Ver llorar a un hombre tan grande y fuerte me hacía pensar en el poder de esa música a nivel emocional. Y al final también me atrapó a mí.

— Y ya empezó a cantar...

— Sí, casi antes que a hablar. Inventaba canciones y las cantaba en las reuniones familiares. La primera vez que me subí a un escenario tendría 10 años. Y lo viví como una cosa natural, no me impresiona­ba plantarme delante de la gente. Cantar es lo más natural que hay en mí, más que cualquier otra cosa.

— ¿Qué música escucha en su casa?

— Sobre todo música de raíz. Por ejemplo, me gusta muchísimo el tango. De hecho, probableme­nte haga un disco en un futuro. Es un proyecto que está allí en el cajón y cuando llegue el momento seguro que se materializ­a.

— Lleva años alejada de la industria discográfi­ca y varios de sus discos los ha impulsado a través del ‘crowdfundi­ng’.

— En este no ha sido necesario. Pero sí, yo grabo cuando tengo algo que contar. Hay artistas que publican un disco para que hablen de ellos o para hacer conciertos. Yo no soy así. Durante estos años, por ejemplo, he compuesto canciones de flamenco pero no he sentido la necesidad de grabarlas.

— Su disco anterior lo publicó en 2017. ¿Por qué tanta espera?

— Tienen que darse las circunstan­cias y dar con los compañeros ideales. A mí, por ejemplo, no me gusta coger unos músicos para grabar y luego en directo llevar otros. Nunca grabaré nada que no pueda defender exactament­e igual en directo.

 ?? Isabel Camps ?? Mayte Martín (Barcelona, 1965) en una imagen promociona­l de su nuevo disco de estudio.
Isabel Camps Mayte Martín (Barcelona, 1965) en una imagen promociona­l de su nuevo disco de estudio.

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