El Periódico Aragón

Una remontada de semifinale­s

El Casademont Zaragoza logra darle la vuelta a la eliminator­ia contra el Estudiante­s en un partido en el que ofreció su mejor versión y acabó sufriendo Hoy conocerá a su rival en la siguiente serie

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Objetivo conseguido. Con más de seis mil personas en la grada, todas de pago, con una magnífica primera parte y una enorme capacidad de sacrificio y sufrimient­o en la segunda, con una actitud encomiable, superando a un luchador Estudiante­s y al propio cansancio en los peores momentos, el Casademont Zaragoza pudo darle la vuelta a la eliminator­ia y ganar por 62-47 al conjunto madrileño para alcanzar las semifinale­s por segunda temporada consecutiv­a. Después de perder por nueve puntos en la ida, este equipo ha vuelto a levantarse y a conseguir varios triunfos, en el partido, en la eliminator­ia y en la grada, con un público entregado a unas jugadoras que rara vez fallan. Hoy conocerá a su rival, que todo apunta a que será de nuevo el Valencia Basket, en una serie que volverá a ser eliminator­ia y que se disputará la semana que viene.

El Casademont fue el Casademont desde el principio y eso es mucho decir para cualquiera. Nada que ver con lo sucedido hace tres días en Madrid. El equipo de Carlos Cantero estuvo mucho más aplicado en defensa, con mayor actividad de manos, y salió a morder en ataque. Con todo y con todas, porque poco a poco fueron apareciend­o y sumándose cada una de las jugadoras. Empezó Atkinson rompiendo con sus penetracio­nes, se sumó Holesinska con dos triples seguidos, lució Fiebich

con varias acciones de muchos kilates, pero también el trabajo por dentro de Diallo, Geldof y Hermosa.

Con el equipo tan activado y enchufado, con un Príncipe Felipe entregado a la causa, dejando al Estudiante­s seis minutos sin anotar, era solo cuestión de tiempo que la eliminator­ia se nivelara. El Casademont lo consiguió ya en el primer cuarto, con un 17-7 que ya superaba los nueve puntos con los que cayó en la ida. Pero quedaba todo un mundo y, por tanto, lo más difícil, mantener ese nivel y esa intensidad hasta el final. Lo consiguió el conjunto aragonés en el segundo cuarto, en el que tomó un colchón de hasta nueve puntos con el 32-14 del minuto 18.

El primer triple del Estudiante­s, que llegó entonces, y un mini parcial

de 0-5 dio un breve respiro al conjunto madrileño, que tampoco tuvo el acierto de hace tres días, pero un nuevo triple de Holesinska puso el 35-19 al descanso. La checa fue una de las protagonis­tas de la primera parte con 11 puntos y 3/4 en triples. Atkinson ya contaba 10 y todo eso sumado a los nueve rebotes más que había capturado el equipo aragonés aprovechan­do el escaso acierto de su rival ponían el partido muy de cara para las zaragozana­s, que estaban haciendo su trabajo.

Agotadas

Y continuaro­n haciéndolo en la segunda parte, a la que salieron como si aún no hubieran hecho nada, como si todavía tuvieran que ganar el partido. Con la misma intensidad defensiva, con el buen trabajo

en el rebote, y acertando en sus decisiones ofensivas. El Casademont llegó a doblar en el marcador al Estudiante­s (42-21), que no encontraba la manera de encadenar varios puntos seguidos, en algunas ocasiones por mala suerte, por tener uno de esos días en los que es que no.

El Casademont no quería dejar ni un resquicio a su rival, pero una acción de cuatro puntos para el Estudiante­s y un par de malas acciones en ataque de las locales obligaron a Cantero a parar el partido porque la eliminator­ia se había quedado en solo tres puntos (4432) con doce minutos por delante. Incluso tuvo un tiro libre Gracia Alonso de Armiño para igualar la serie, pero no acertó y apareció Vega con un triple para decir que quiere retirarse sí, pero al menos dentro de una semana. O más, ya se verá.

Jugando con la confianza recuperada y una Gracia Alonso de Armiño superlativ­a (17 puntos), el Estudiante­s tuvo incluso posesión para retomar el liderazgo en la eliminator­ia con 50-40, pero entonces Leo Fiebich activó el modo MVP para acudir al rescate de su equipo que, no obstante, tuvo que sufrir hasta el final. Con ambos conjuntos ya bastante cansados, ninguna de las jugadoras sobre la pista se dejó ni un gramo de esfuerzo por gastar en un final apasionant­e en el que, casi sin fuerzas, había que seguir peleando cada balón, cada rebote, cada acción porque las semifinale­s estaban en juego. Vega Gimeno, con un par de acciones defensivas, cerró la eliminator­ia y desató la euforia.

 ?? Jaime Galindo ?? Piña de las jugadoras del Casademont Zaragoza nada más concluir el partido y sellar su pase a las semifinale­s.
Jaime Galindo Piña de las jugadoras del Casademont Zaragoza nada más concluir el partido y sellar su pase a las semifinale­s.

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