Cae una banda de extorsión a clientes de webs sexuales
Tenían a un centenar de víctimas a las que llegaban a amenazar hasta lograr arruinarlas exigiéndoles distintos tipos de chantaje
La Guardia Civil ha desarticulado una organización que presuntamente extorsionó a más de 100 víctimas en España a través de la publicación de anuncios ficticios en plataformas de citas en línea con contenido sexual. En la operación han sido detenidas 34 personas e investigadas otras 27 más.
La organización publicaba anuncios ficticios en plataformas de citas en línea con contenido sexual. Los clientes de estos servicios realizaban llamadas a la supuesta casa de citas con el fin de concertar un encuentro, momento en el que los perjudicados se convertían en víctimas de la organización a los que exigían pagos de dinero. Investigaban minuciosamente la privacidad de las víctimas con el fin de obtener toda la información posible. Una vez recopilados los datos, realizaban una llamada telefónica a las víctimas haciéndose pasar por integrantes de mafias del Este, que estaban «enfadados» porque «les habían hecho perder el tiempo a él y a sus chicas».
Los presuntos autores incluso hacían uso de vídeos de personas torturadas que se negaban a pagar, así como vídeos mostrando a individuos enmascarados empuñando armas de fuego o machetes de gran tamaño. En ocasiones, extorsionaban a las víctimas hasta que estas agotaban sus fondos y luego les exigían que solicitaran préstamos personales hasta dejarlas en la ruina.
Los pagos realizados por las víctimas se ingresaban en cuentas bancarias de personas que actuaban como mulas económicas, cediendo sus datos personales a cambio de un beneficio económico. Estas personas eran reclutadas en la calle por los miembros de la organización que ocupaban puestos jerárquicos superiores, lo que dificultaba la investigación.
Uno de los líderes de la organización, asiduo a locales de juego y casas de apuestas, utilizaba estos establecimientos para blanquear gran parte del dinero que ingresaban los perjudicados en la cuenta de las mulas económicas. A través de los dispensadores de efectivo de que disponen estos lugares conseguían burlar las limitaciones establecidas por las entidades bancarias para la extracción de dinero en cajeros automáticos.