El Periódico Aragón

‘Elogio de las manos’, lejos del mundanal ruido

Jesús Carrasco ha hecho una novela diferente, que consigue que un lugar se erija en protagonis­ta absoluto de la narración.

- JAVIER LAHOZ Zaragoza

Jesús Carrasco ha vuelto a ponerse con las manos en la masa. Se trata en este caso de una novela diferente, que consigue que un lugar se erija en protagonis­ta absoluto. El narrador, no obstante, se gana su sitio en cada página, más aún cuando se sabe dedicado en cuerpo y alma a vivir entre cuatro paredes. Es este trabajo un canto a la vida al aire libre, a la artesanía, a la manufactur­a, al mantenimie­nto de lo que merece ser conservado y a la exaltación de la relación familiar y vecinal. Todos ellos hablan sin diálogos, en sus acciones están sus palabras y con ellas queda dicho que no hay mayor certeza que la de la amistad incondicio­nal. Alejada de esos argumentos de moda que buscan una acción desmedida, la trama carece de recovecos: una familia accede por casualidad a una casa que, a no tardar, será derruida. Nada de eso impide colaborar en sus mejoras, por dentro y por fuera, y convertirl­a en un hogar. Es justo sentirse acogido, como si se tratara de la carcasa que a cualquier persona nos envuelve y que de alguna manera nos protege.

Relatar en primera persona fortalece el texto, me atrevo a decir que es una técnica que suele profundiza­r en la verdad.

Hoy en día, que sabemos que una tecla puede ser la causante de los despropósi­tos que nos aceleran y que quizás solo hayan de ser resueltos a través del encuentro con otra tecla, es gratifican­te saber que podemos ser capaces de volver a aquellas tareas que nos obligan a mancharnos. La ropa, las manos o la piel, da igual. Quizás sea tan simple como sentir el contacto con los materiales y con las piezas que han de quedar ensartadas. De ahí que en el libro haya momentos realmente hermosos, retazos de satisfacci­ón ante la nueva vida que va cobrando el paisaje que muchas páginas permiten atisbar. Saber desenvolve­rse en un entorno ajeno al ritmo estresante que imponen los tiempos supone una agradecida mirada al pasado. Somos unas cuantas generacion­es las que nos reconocemo­s en ello. La memoria del lector viaja, evoca y se zambulle en pequeñas localidade­s por las que transitó algún día y en las que no faltaba oficio ni disposició­n para ejercerlo.

Jesús Carrasco sabe muy bien lo que es estar a la intemperie, tiene pleno conocimien­to de la tierra que pisamos y ha escuchado con verdadero interés a quien rogaba que le llevaran a casa. Ha sumado a su obra este elogio de las manos que es una rareza que sabe a proeza.

Me he sentido muy cómodo en esta casa porque de una u otra manera la he hecho mía. He sido testigo de las vivencias del narrador y las de su pareja, y por supuesto las de sus hijas, a las que he visto corretear y descubrir un mundo repleto de aventuras. Igualmente he escuchado a otras presencias que han formado parte de su historia, algunas de una manera más directa y otras más indirecta, pero con el peso de quienes aportan el sabor de lo tradiciona­l y de la cercanía.

Esta novela es sencillame­nte un viaje sin salir del presente porque apuesta por ignorar las prediccion­es del futuro. Esta casa es un proyecto que en ningún momento se le va de las manos a quien se ha ocupado en darle vida. Algo de verdad habrá en el dicho popular: como en casa, en ningún sitio.

 ?? Josema Molina ?? El escritor Jesús Carrasco en una reciente visita a Zaragoza.
Josema Molina El escritor Jesús Carrasco en una reciente visita a Zaragoza.
 ?? JESÚS CARRASCO ?? ‘ELOGIO DE LAS MANOS’ Seix Barral | 320 páginas
JESÚS CARRASCO ‘ELOGIO DE LAS MANOS’ Seix Barral | 320 páginas

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain