El nuevo escenario de Badía
La suplencia del catalán cambia la perspectiva antes de un verano en el que debe regresar al Elche y donde salvo sorpresa no se quedará El portero está feliz en Zaragoza, pero no hay decisión aún sobre él
Le queda un año en el Elche, donde lo previsible es que rescinda este verano para buscar equipo
La decisión de Víctor de apostar por Cristian Álvarez ante el Burgos supuso la primera suplencia de Edgar Badía tras 16 partidos desde que llegó durante el parón navideño. Fue una decisión técnica, como el entrenador reconoció, al asegurar que «he considerado oportuno que jugara ya Cristian, lleva un mes entrenando a plenitud», dijo Víctor, para el que el argentino fue su arquero titular en la anterior etapa en el banquillo, en la 18-19 y 19-20. Entonces, la competencia era Ratón, pero ahora está Badía, de rendimiento excelso, con muchas paradas salvadoras, a su llegada y algo inferior después, pero sin un solo error de bulto, por lo que la decisión era delicada y puede tener connotaciones a futuro, en la posibilidad de que siga.
El Zaragoza tiene, a la espera de lograr la permanencia matemática con lo que venga después, paralizado cualquier movimiento de cara a la próxima temporada. El de Badía, como es obvio, no es una excepción. Como es habitual en este tipo de cambios, mucho más en una posición tan delicada como la portería, Víctor explicó el porqué de la rotación en el interior del vestuario, acudiendo lógicamente y solo a la decisión técnica. Dado que la portería no debe ser un foco de relevos continuos salvo momentos puntuales de grandes errores o por situaciones imprevistas, lo normal es que Cristian acabe la temporada bajo palos y Badía en el banquillo. El argentino recibió tres dianas del Burgos, pero el propio Víctor fue el primero en exculparlo por la eficacia que tuvo el rival.
A Cristian le queda un año más en el Zaragoza (A Poussin, dos y a Rebollo, uno, pero en ambos casos saldrán este verano) y el miércoles dijo que en ningún modo pensaba en la retirada. Una temporada le queda también a Edgar Badía en el Elche. En su cesión en La Romareda había una opción de compra obligatoria y de nulo coste en caso de ascenso, pero ese escenario no se va a dar. Tiene que regresar al Elche, donde tanto Dituro como San Román cuentan con contrato la próxima temporada y obviamente si Beccacece, técnico de confianza del propietario, Christian Bragarnik, sigue las posibilidades de que Badía se quede son nulas. Su salida pasaría por una rescisión del año que le resta.
En ese escenario de ser un jugador libre en verano, lógicamente los emolumentos del portero, elevados por su gran papel en el Elche en estos años, no serían un problema tan importante porque habría que negociar un nuevo contrato. El Zaragoza contaría además con la ventaja de que el meta conoce La Romareda y está encantado con la ciudad. «No escondo que estoy contento y feliz aquí, disfrutando en el vestuario, con el club y de la ciudad», decía el 27 de marzo Badía, un arquero al que no le faltarán posibilidades si logra la carta de libertad en verano. Y la del Zaragoza sería bien considerada por el catalán, aunque el escenario ahora de su suplencia la pueda hacer ver desde otra perspectiva.
Había en su cesión una opción de compra de nulo coste si el Zaragoza subía, lo que no se dará
La lista de paradas
El guardameta, con 14 goles en 16 partidos, cayó de pie en el equipo, siendo decisivo con muchas paradas. En Elda (Marc Mateu), ante el Andorra (Scheidler), con Sporting (Cote), Eibar (Bautista), Cartagena (Arnau Ortiz), Villarreal B (Altimira)... Con Víctor su lista de milagros ha bajado, aunque tuvo también una buena parada ante Obeng en el derbi. Badía se ha hecho más terrenal, encajando goles ante el Leganés, de Miguel, que quizá en otro momento habría salvado, o en el fuerte disparo de Dela (Levante), acciones en todo caso de extrema dificultad y que no pueden ser considerados errores del portero.