A prisión una de las hermanas que finge ser cuidadora para robar a ancianos
La Policía la considera autora de tres delitos de hurto en casa habitada y de un cuarto delito de robo con intimidación Suma más de 30 antecedentes
Hace años que dos hermanas afincadas en el barrio zaragozano de Torrero han hecho del engaño una forma de vida al hacerse pasar por cuidadoras del hogar para robar dinero a los ancianos. En algunas ocasiones actúan por separado, pero en la mayoría lo hacen de la mano y, mientras una pide un vaso de agua a la víctima a modo de distracción, la otra se cuela en la vivienda para hacerse con joyas y dinero en efectivo. Su trabajo en pareja, no obstante, va a tomarse un pequeño descanso porque una de ellas –Isabel Carbonell Rosario (España, 1983)– ya se encuentra interna en el centro penitenciario de Zuera después de que la titular del Juzgado de Instrucción número 3 de Zaragoza, en funciones de guardia, decretara el pasado viernes su ingreso en prisión como presunta autora de tres delitos de hurto en casa habitada y de un cuarto delito de robo con intimidación en casa habitada.
La detención de Isabel se remonta a la semana pasada después de que los investigadores del Grupo de Hurtos de la Jefatura Superior de Policía de Aragón recibieran cuatro denuncias entre los meses de abril y junio por hurtos similares cometidos en Zaragoza. Pronto estrecharon el cerco sobre Isabel, a quien a principios del pasado mes de abril ya detuvieron junto a su hermana Clara como presuntas autoras de cinco y dos delitos de hurto, respectivamente, que supuestamente cometieron a lo largo de 2023 y principios de 2024 al hacerse con cantidades que oscilan entre los 150 y 4.000 euros.
Asistidas por la abogada Olga Oseira, ambas quedaron en libertad tras prestar declaración ante el Juzgado de Instrucción número 10 de Zaragoza, tal y como ha sucedido en la mayoría de las ocasiones una vez que la Policía las ha puesto a disposición de la Justicia. Pero, ahora, Isabel ya suma cuatro días en prisión provisional después de prestar declaración ante la jueza María Mercedes Terrer.
Un año antes, precisamente, la Policía ya detuvo a Isabel y Clara por la presunta comisión de cinco delitos de hurtos entre marzo y abril de 2023. Las cantidades con las que se hicieron oscilaban entre los 300 y los 7.000 euros y era Isabel
quien se presentaba como una trabajadora del Ayuntamiento de Zaragoza para ofrecer a las víctimas un servicio de limpieza. A los minutos, Clara accedía al domicilio para proveerse de dinero y de joyas.
En total, Isabel suma una treintena de antecedentes en su currículum delictivo. A mediados de noviembre de 2023 volvió a ser detenida, en esta ocasión, a la salida de un juicio en el que un octogenario le acusaba de robarle 2.000 euros.