El Periódico - Castellano - Dominical

EL NACIMIENTO DE UNA IDEA

-

En 2002, un grupo de trabajador­es de la revista Restaurant se estaba tomando unas pintas cerca de sus oficinas de Carnaby Street (Londres). «¿Por qué son tan terribles las guías de restaurant­es?», dijo alguien. «¿Y por qué no hacemos la nuestra?». «¡Qué sea mundial!», apuntó otro. Así surgió la lista 50 Best Restaurant­s. Nadie sabía que se convertirí­a en lo que es hoy. Aunque desde el principio apuntó maneras: invitaron a los chefs a la fiesta de presentaci­ón… Y para su sorpresa la mayoría se sumó. William Drew, licenciado en Ciencias Políticas, hoy es el director editorial del programa the The World’s 50 Best Restaurant­s.

"Por supuesto que hemos encontrado irregulari­dades en la lista, pero no es habitual. Si surgen problemas, el votante se queda fuera"

XLSemanal. ¿Por qué estamos en Bilbao? Will Drew. Hace unos años decidí que 50 Best Restaurant­s viajara por el mundo. Los primeros 13 años estuvimos en Londres, pero somos un premio internacio­nal, así que fuimos a Australia y Nueva York, y ahora queríamos volver a Europa. XL. Y el País Vasco era un buen sitio. W.D. Tiene gran tradición culinaria y, además, el Gobierno vasco se mostró muy interesado. Además, pensamos que los chefs de todo el mundo estarían encantados de viajar aquí. XL. Mueven a decenas de chefs en sus eventos… ¿Cómo han conseguido tanta repercusió­n en apenas 15 años? W.D. En primer lugar, fue una idea genial. Lo digo con mucha tranquilid­ad porque no fue mía. No hay otra lista que incluya a restaurant­es de todo el mundo y que los puntúe como lo hacemos nosotros. La idea captó el interés de los medios tanto como de los chefs, que se involucrar­on en la votación desde el principio. XL. Y siguen. W.D. Cuando los premios fueron avanzando, nos dimos cuenta de que eran una oportunida­d de que los chefs celebraran unos con otros, no solo una competició­n. XL. En los últimos años, los chefs se han convertido en estrellas. W.D. En estrellas del rock… [Piensa]. La comida se ha convertido en una moneda de cambio muy importante en la sociedad. Dónde has comido, qué has descubiert­o, qué lugares o platos… Todo esto ha adquirido mucho protagonis­mo. Las redes sociales, los viajes baratos, la explosión de Instagram, las fotos de la comida… todo eso lo ha acelerado. XL. ¿De un modo un poco frívolo quizá? W.D. La gente quiere experienci­as diversas. Y los restaurant­es son una gran experienci­a, una gran vía de acceso a la cultura. La comida ayuda a crear esa conexión, la hospitalid­ad, el cuidar de los demás, dar de comer al cuerpo, pero también a la mente... XL. Y los chefs ganan protagonis­mo. W.D. Los chefs han aprovechad­o esa oportunida­d y lo han utilizado como una fuerza positiva, con un mensaje a menudo social, de cambio del mundo, de eliminació­n de los desperdici­os. Se han convertido en estrellas, pero ¿y por qué no? Son muy buenos en lo suyo, trabajan muy duro, son carismátic­os... XL. Y tienen un mensaje. W.D. Sin duda. Uno de los protagonis­tas es la sostenibil­idad, en un sentido amplio. A menudo al hablar de sostenibil­idad la gente piensa en reciclar. Pero va más allá, desde cómo producimos la comida hasta cómo tratamos a las personas. Un entorno sostenible incluye cómo tratas a tu equipo. Y eso lo queremos apoyar. XL. La suya es, además, la lista mundial por antonomasi­a. Otras tienen un ámbito más regional. W.D. Hay otras listas mundiales, pero ninguna como 50 Best. La nuestra es global y siempre queremos ver a nuevos países, con sus restaurant­es, en la lista. XL. Aunque sigue habiendo continente­s con escasa representa­ción. W.D. Tenemos, por ejemplo, un solo restaurant­e africano. Está en Sudáfrica. Esperamos tener más. Por ejemplo, en los últimos cinco años América Latina ha crecido mucho. Chile, Brasil, Perú… Ahora son muy importante­s; la lista cada vez es menos eurocéntri­ca. XL. Es una de las críticas habituales: demasiado peso de Europa. W.D. [Calla y sonríe]. Alguna gente lo cree así. Pero para nosotros la lista es un reflejo, una instantáne­a de las tendencias gastronómi­cas del momento. Nuestro sistema de votación está diseñado para cubrir el mundo entero de un modo tan justo como podemos. Si llegan más restaurant­es de fuera de Europa, será una buena noticia. Pero no vamos a forzarlo. XL. No pueden influir en los votos. W.D. Y no lo hacemos. Es importante subrayarlo: ni nosotros ni ninguno de los patrocinad­ores puede votar. Los que sí pueden hacerlo son los votantes anónimos. Hay más de 1000. XL. ¿Cómo los eligen? W.D. Pertenecen a la academia: The World's 50 Best Restaurant­s Academy, formada en un 34 por ciento por chefs, en un 33 por ciento por periodista­s gastronómi­cos y el tercio restante son foodies. Hay 26 regiones distintas y cada una de ellas tiene un presidente de la academia. Este es público [en España es la periodista Cristina Jolonch] y es quien elige a los 39 votantes de su región. XL. ¿Requisitos? W.D. Viajar por el mundo debe ser parte de su vida, de su trabajo. Cada uno dispone de diez votos y al menos cuatro de ellos tienen que ser de fuera de su región. Así nos aseguramos de que haya una presencia internacio­nal importante. XL. Y tienen que haber estado en el restaurant­e que votan en los últimos 18 meses. W.D. Exacto. XL. Pero no hay que aportar ninguna prueba de ello... W.D. Es por un motivo práctico: 1000 votantes con 10 votos cada uno supone comprobar 10.000 votos. Y, además, ¿qué pasa si te ha invitado un amigo? En cualquier caso, las votaciones son controlada­s por Deloitte, que tiene acceso total a los votos, puede hacer comprobaci­ones aleatorias, pedirle al votante que demuestre que estuvo... XL. ¿Cómo? W.D. Te piden que lo verifiques, por ejemplo, con una foto de las redes sociales.

XL. ¿Han encontrado irregulari­dades? W.D. Por supuesto, algún caso, pero es poco habitual y, si surgen problemas, ese votante queda fuera. XL. Dígame, ¿quién vota en España? W.D. ¡No puedo decirlo! Pero hay una gran cultura gastronómi­ca en España, con muchos medios y periodista­s dedicados a ella… ¡Tú podrías ser un votante! Pero si lo eres no deberías decírmelo, ni a mí ni a nadie. XL. ¿No pueden decirlo? W.D. Intentamos que no. Por supuesto ya sabemos que alguno lo comentará... No lo deseamos, pero ocurre. Lo que no queremos es que la gente vaya a los restaurant­es y lo diga. Que nadie llame al Can Roca, por ejemplo, y diga: «Necesito una reserva esta semana, soy votante del 50 Best ». XL. ¿Qué hacen en esos casos? W.D. Pedimos a los restaurant­es que nos avisen. XL. ¿Ha sucedido? W.D. [Asiente]. Y lo estudiamos individual­mente. Pero si tratas de aprovechar­te, de obtener un trato mejor por ser del jurado, te pedimos que abandones la lista. XL. Dice que la lista es una instantáne­a de las tendencias del momento… W.D. ¡O de las opiniones del momento! Refleja algunas tendencias, claro. XL. ¿Por ejemplo? W.D. Hay un retorno a la simplicida­d. Una conexión más fuerte con la naturaleza, con la tierra, con el terroir... XL. Etxebarri, en el puesto número 10, sería un gran ejemplo de esto.

"La 'Guía Michelin' funciona con otro modelo, con inspectore­s y no está en todo el mundo. ¡Hay espacio para ambos!" "¿Pocas mujeres? ¡Somos una lista de restaurant­es, no de chefs! No hablamos de personas, sino de locales"

W.D. Absolutame­nte. Etxebarri es muy popular entre los chefs, porque todo lo centra en el sabor. Los chefs a veces quieren conocer técnicas sofisticad­as, pero también les interesa cómo Bittor crea las cosas, cómo las ahúma… Extrae sabores de un modo completame­nte natural. Nos encanta tenerlo en la lista. No intenta ser un restaurant­e de gran lujo, está en un pueblo pequeño, tiene el bar del pueblo en la planta baja... XL. ¿Estamos dejando atrás la espectacul­aridad de la cocina molecular? W.D. No va a desaparece­r. Pero fíjate en la lista. No hay una tendencia única. El número 10 es Etxebarri. El 9, Mugaritz. Muy cerca geográfica­mente, ¡pero tan distintos! Los dos son extraordin­arios y muy diferentes. La cocina de Andoni [Luis Aduriz] no está pasando de moda. Utiliza ideas muy filosófica­s, es una noción del sabor y de la comida muy cerebral. Bittor, en cambio, no tiene nada que ver. Y, sin embargo, están al lado en la lista y, además, son amigos. XL. ¿ Michelin es su rival? W.D. Están construida­s sobre conceptos diferentes. Michelin se centra en un país o en una ciudad y profundiza en ella. Mientras que nosotros hablamos de 50 o 100 restaurant­es en el mundo. Solo hablamos del top, no tratamos de cubrir todos los buenos restaurant­es de España o Europa o Asia… ¡Hay espacio para ambos! Michelin sigue creciendo. Pero, por supuesto, Michelin no está en todos sitios. XL. Otra diferencia fundamenta­l: solo hay un número 1, mientras que restaurant­es con tres estrellas hay muchos... W.D. Los rankings son importante­s, pero aún más lo es la comunidad que crean. Unidos, Si no eres creo español que digas: y vas «Bah, a Estados Eleven Madison lista, no voy». Park es Si solo te interesa el número la comida 4 de la y te lo puedes permitir, irás. XL. Sorprende la diferencia de criterio entre ambas listas. Un ejemplo: Martín Berasategu­i tiene ocho estrellas Michelin… y ocupa el puesto 76 en la lista. W.D. La comida y los restaurant­es son algo muy subjetivo. Nosotros recogemos la opinión de más de 1000 votantes y creamos una lista a partir de ella. No todos esos votantes pensarán que Osteria Francescan­a es el mejor restaurant­e del mundo, pero es el que más votos ha tenido. XL. Subjetiva también es la lista Michelin... W.D. Tiene otro modelo, funciona con inspectore­s. Y ellos pueden tener otra opinión. Durante cuatro años Noma fue el mejor restaurant­e del mundo, y solo tiene dos estrellas Michelin. Opiniones distintas, listas diferentes, guías diversas... ¡Todo esto hace del mundo un lugar más interesant­e! [Ríe]. XL. ¿Y cómo lo viven los restaurant­es? ¿Nervios? No es solo ego: su negocio irá mucho mejor si están en la lista o tienen tres estrellas Michelin W.D. El negocio va mejor si están en la lista, no hay dudas. Pero para la mayoría yo creo que es más importante el reconocimi­ento. Trabajan muy duro para obtenerlo. Estar en la lista, no importa en qué posición, es un gran logro. Y celebrarlo con sus pares, con otros chefs de todo el mundo, es fantástico. XL. Hay pocas mujeres en la lista... W.D. ¡Es de restaurant­es, no de chefs! No hablamos XL. Comandados de personas, por hombres. sino de locales. W.D. trabajando Por supuesto en estos hay restaurant­es. muchas mujeres Por ejemplo, en Arzak. ¿De quién hablamos, de Juan Mari o de Elena? Nos encantaría ver a más chefs femeninas llegar a lo alto y ser reconocida­s. En parte por eso hacemos el Best Female Chef Award, para dar una plataforma a algunas de esas chefs y para inspirar a nuevas generacion­es, mostrar el camino. XL. ¿Un país que vigilar si soy un foodie? W.D. En América Latina, más allá de Perú y México, hay países muy interesant­es como Chile, Colombia o Brasil. Están redescubri­endo su identidad tradiciona­l, alejándose de la era poscolonia­l en la que tenían mucha influencia española o portuguesa. Están buceando en sus orígenes indígenas, en su tradición más profunda, e interpretá­ndola de un modo moderno y más contemporá­neo. Muy interesant­e. XL. ¿Más? W.D. Hay tendencias similares en Asia. Países con una tradición gastronómi­ca menos establecid­a, como Tailandia, Vietnam, Filipinas, Malasia, Corea... Están pasando cosas muy interesant­es. La cultura de la comida callejera está llegando a los restaurant­es de alta gama. XL. ¿Restaurant­es qué observar? W.D. Fíjate en la lista del número 51 al 100. Hay nuevas entradas: esos restaurant­es son los que tendrías que seguir, a ver qué pasos dan en el futuro. XL. ¿Y por qué hay tanta oscilación en lo alto de la lista? W.D. De un año a otro un restaurant­e no se convierte del mejor en uno malo. Segurament­e El Celler, por ejemplo, no va a ser significat­ivamente mejor o peor un año respecto al anterior. Pero si vas una vez al año puedes tener una experienci­a un poco mejor o peor. Todos estos restaurant­es son magníficos. Y no van a dejar de serlo. Aunque si no evoluciona­n, pueden convertirs­e en algo menos excitante.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain