El Periódico - Castellano - Dominical
En portada.
La Universidad de Yale ha creado un curso que enseña nada menos que a ser feliz. En solo unos meses se ha convertido en el de más éxito de su historia, el que cuenta con más alumnos matriculados. Un periodista de ' XLSemanal' se ha apuntado a las clases.
La Universidad de Yale, en Estados Unidos, ha creado un curso sobre la felicidad. Un redactor de nuestra revista se matricula en busca de respuestas.
NO SE FÍE DE LO QUE LE DICE SU CEREBRO. LE ENGAÑA
Le apetece un helado de alitas de murciélago? ¿No? ¿Por qué, si no lo ha probado? La respuesta es que no necesita probarlo. Hay una región de su cerebro –el córtex prefrontal– que puede imaginarse que se echa una cucharada a la boca y sacar una conclusión: ¡puaj! ¡Qué asco! Igual que los pilotos practican con simuladores de vuelo para evitar errores, el córtex nos sirve para simular experiencias. Es muy útil para sobrevivir, pero es un desastre a la hora de predecir si algo nos va a hacer felices o no. Por ejemplo, nos advierte de que no va a ser buena idea acercarnos a ese cocodrilo que parece dormido o coger con la mano ese trozo de carbón al rojo vivo. Y acierta casi siempre; si no lo hiciera, ya nos habríamos extinguido. Pero también nos dice que si nos compramos una casa más grande, un coche más potente, perdemos unos kilos y enamoramos a una pareja más guapa seremos más dichosos. Y falla casi siempre. El cerebro humano tuvo que triplicar su peso para incorporar esa 'app' predictiva al lóbulo frontal. Tardó dos millones de años. Es una especie de Siri, un asistente personal que solo el Homo sapiens