El Periódico - Castellano - On Barcelona
LO-
también que se entreguen a prácticas cristianas como el canto y oración. El tabaco y otras sustancias, por supuesto, están prohibidos. El centro, asimismo, sigue una regla estricta: nadie, en ningún momento, puede estar solo.
Al principio, Thomas se muestra furiosamente ina- daptable a la armonía ritualizada y algo opresiva de la vida comunitaria. Sin embargo, poco a poco se irá abriendo al entorno, mientras se enamora de una chica del pueblo. Y tras experimentar lo que a su juicio solo puede considerarse un milagro –tras sufrir una terrible caída, su rodilla se cura inexplicablemente–, incluso se plantea consagrar su vida a la religión. Pero, ¿qué se esconde tras esa nueva vocación? ¿No será que Thomas ha sustituido una dependencia por otra? En Hay algo formulario en la trayectoria del protagonista.