El Periódico - Castellano - On Barcelona
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convirtieron en una víctima más del nazismo, algo que quedó corroborado con la huida a Brasil que acabó en 1942 con su suicidio y el de su esposa Lotte. Poco antes escribió su última novela, Una partida de ajedrez, un texto breve sobre la capacidad de resistencia humana frente a las dificultades. De fondo, no podía ser de otro modo, el hundimiento de la vieja Europa por el aplastamiento del nazismo.
En esa novelita, solo por extensión, se fijaron Iván Morales (director) y Jordi Bosch (actor) para levantar un lustroso monólogo. La alianza no dejaba de sorprender al proceder ambos protagonistas de universos teatrales bien diferentes. Morales es un director, digamos, indie y Bosch tiene un currículo más mainstream y de largo recorrido. Pero el resultado muestra una sintonía propia de una colaboración bien asentada en el tiempo.
La apuesta de Morales es arriesgada, y más con un autor como Zweig. Ha jugado fuerte al ponerle, por mo- mentos, dosis de comedia y un envoltorio cuidado, con una escenografía, iluminación y espacio sonoro rutilan- tes, a un texto dramático a más no poder. Sale airoso de La lustrosa puesta en escena puede llegar a dejar el texto de Zweig en segundo plano.