El Periódico - Castellano - On Barcelona
AL SALIR DEL CINE, ES PROBABLE QUE TE PREGUNTES SI HAS VISTO EL FILME O LO HAS SOÑADO
si una hora de duración que fue rodado sin cortes y posteriormente convertido al formato 3D. Constituye su segundo acto, y sin duda es uno de los mayores hitos técnicos y sensoriales logrados por el cine reciente. Por lo que respecta al primer acto de la película, se compone de planos y secuencias individuales más cortos, pero su progresión es igual de fascinante: avanza de forma libérrima entre lo real, lo recordado y lo imaginado –imágenes como una cascada que empieza a brotar de una pared de cemento o una mujer que camina sobre la superficie de una piscina–, tratando el tiempo cinematográfico como un juego en el que no hay reglas. Contemplándola, lo lógico es que el espectador en algún momento se pregunte si se está perdiendo algo. La respuesta es irrelevante.
Lo que pasa en esa primera mitad puede resumirse así: un hombre vuelve a su ciudad natal tras la muerte de su padre y, a medida que revisita localiza