El Periódico - Castellano - On Barcelona
UNA MORITZ ENTRE LAS ESTRELLAS
CUENTAN QUE EN el famoso día del gazpacho del Camp Nou, Ronaldinho marcó su primer gran gol desde prácticamente el centro del campo, consiguiendo levantar tanta euforia que un pequeño terremoto fue recogido en el sismógrafo del Observatori Fabra.
Este edifcio de estética ecléctica, siempre allí, en lo alto de la montaña del Tibidabo, se pasa los días controlando lo que sucede en la ciudad, y claro, en el cielo. Fue inaugurado en 1904, después de que el antiguo observatorio de La Rambla, ubicado en el edificio de la Reial Acadèmia de Ciències i Arts de Barcelona, quedase obsoleto por la contaminación lumínica.
El Observatori Fabra es el cuarto observatorio más antiguo del mundo, y entre las múltiples actividades que desarrolla, destacan las cenas con estrellas. Una ocasión para disfrutar de una terraza con vistas privilegiadas, con 11 menús ideados por el chef Miquel Guimerà, y que están pensados para todos los públicos: desde los más gurmet, pasando por los vegetarianos e incluso uno dedicado para niños.
Una velada que empezará con la degustación de una Moritz; continuará con una cena al aire libre, amenizada por charlas científicas de 30 minutos, donde se tratan temas relacionados con la astronomía; y terminará con una visita guiada por el observatorio, incluyendo una observación, desde el telescopio refractor del año 1904, de un astro, dependiendo del momento del verano en el que se produzca la cena.