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EL PROTAGONISTA ES GEORGES PICQUART, EL TENIENTE QUE PASÓ DE VERDUGO A DEFENSOR
eso sí, es otro. Se trata del teniente coronel Georges Picquart, que pasó de ser uno de los verdugos de Dreyfus a erigirse en su gran defensor. Tras ser nombrado jefe del servicio de inteligencia del ejército, en 1896 Picquart descubrió que el traidor era otro soldado. Cuando presentó las pruebas a la cúpula militar francesa, sin embargo, esta decidió encubrir el error y expulsarlo del ejército.
El 13 de enero de 1898, el novelista Émile Zola publicó su famoso artículo titulado una carta abierta al presidente de la República en la que nombraba a los funcionarios que habían fabricado el caso contra Dreyfus y criticaba al gobierno por su antisemitismo. Los disturbios callejeros se intensificaron, y el autor de Germinal tuvo que huir al exilio en Inglaterra durante 10 meses tras ser condenado por difamación. En junio de 1899, devuelto a Francia para afrontar un segundo juicio, Dreyfus fue inicialmente declarado culpable y sentenciado a 10 años de prisión, y oficialmente perdonado. Tuvo que esperar hasta 1906 para que el veredicto original fuera revocado y su persona, exonerada. Se reincorporó al ejército con el rango de mayor, y sirvió en la Primera Guerra Mundial. Murió en 1935, con 76 años.
ALGO PARECIDO A UN ALMA GEMELA
La figura de Alfred Dreyfus es del todo relevante en un mundo como el nuestro, azotado por la xenofobia y el ascenso de la ultraderecha; es lógico que sea del interés de cualquier director y más que lo sea de uno como Polanski, que vivió de primera mano el horror antisemita –a los seis años vio cómo su padre era enviado a un campo de concentración, y su madre murió en Auschwitz embarazada de cuatro meses–. Pero el director polaco, en busca y captura por parte de Estados Unidos por la violación de una menor en 1977, se fijó en Dreyfus porque lo considera como algo parecido a un alma gemela, un hombre honorable que fue calumniado e injustamente condenado y se convirtió en mártir. Y eso lo ha afirmado él mismo. En una entrevista incluida en el material promocional de El oficial y el espía, asegura: «Estoy familiarizado con muchos de los mecanismos de persecución que la película muestra (...) Puedo ver la misma determinación por negar los hechos y condenarme por cosas que no hice».
A estas alturas, hace tiempo que quedó en evidencia la necesidad de un debate más profundo sobre cómo Hollywood y el sistema penal estadounidense deberían tratar el caso de Polanski. Y, por tanto, que él sienta la necesidad de usar su cine para reflexionar sobre su caso, que es mucho más complejo de lo que sus defensores y sus enemigos a menudo pretenden, es lógico. Sin embargo, que pretenda convencernos de una supuesta equivalencia moral entre un oficial acusado injustamente de espionaje y él mismo, que admitió haber agredido sexualmente hace 42 años a una niña de 13, no solo es inapropiado sino un ejemplo claro de la más estúpida inmoralidad. —
Justícia
TNC Dramaturgia
ÓPERA ELECTRÓNICA Y FEMINISTA Infanticida
Sala Atrium Dramaturgia Marc Rosich Composición musical Clara Peya Reparto
Neus Pàmies y Marc Garcia Dirección
Marc Angelet
Del 22 de enero al 2 de febrero
Agarraos, que vienen curvas. Infanticida es una ópera electrónica creada a partir de la obra homónima de Víctor Català con composición musical de Clara Peya. El grito de una mujer que intenta encontrar un poco de luz en un mundo oscuro y desolador, que se enfrenta al mundo que la rodea para encontrar la libertad.