El Periódico - Castellano - On Barcelona
EL RAVAL CON ARCOÍRIS
Esta ruta sigue el rastro de antiguos cabarets con regusto a Moulin Rouge y rincones míticos de la historia LGTB de Barcelona. Desde El Molino hasta La Paloma
Que la noche barcelonesa tiene un gran atractivo para lesbianas, gais, transexuales y bisexuales no es ninguna novedad. Pero ¿sabías que ya en el siglo XIX y durante buena parte del siglo XX el Raval –o el Barrio Chino, como lo llamaban entonces– fue un hervidero del ocio LGTB? Acompañamos a las periodistas Thaïs Morales y Carme Pollina, creadoras de Rutas Lgtbarcelona, en uno de sus itinerarios guiados. Los organizan siempre que tienen un grupo superior a 10 personas y aderezan sus explicaciones con algo de cotilleo y mucho humor.
Empezamos en la plaza de la Bella Dorita, una de las míticas vedetes de El Molino. «Este inconfundible cabaret abierto en 1910 –explica Carme– ha tenido diferentes edificios y nombres, siempre con el regusto francés del Moulin Rouge. Allí destacó una vedete lesbiana, Gardenia Pulido, que manejaba su vida y su propio dinero porque no dependía del control de ningún empresario, y fue mentora –y amante– de otras muchas mujeres.
CINE PERMISIVO
Cruzamos el Paral·lel y nos plantamos frente al teatro Arnau, en la plaza de Raquel Meller, 60. Los asistentes giran la cabeza a izquierda y derecha. «Se encuentra tras los andamios –aclara Thaïs Morales–, porque está en ruinas y quién sabe qué será de él». Durante décadas, además de teatro de variedades «fue cine permisivo, o sea que los gais de la época hacían cruising allí aprovechando la oscuridad de la sala».
En un lateral del Arnau, en el nº 5 de la calle de les Tàpies, se encontraba el Barcelona de Noche, un cabaret fundado en 1936. En los 70, los espectáculos de travestis y transexuales eran la espe