El Periódico - Castellano - On Barcelona
DURANTE EL SIGLO XX, EL CONOCIDO COMO BARRIO CHINO FUE UN HERVIDERO DEL OCIO MÁS CANALLA
cialidad: Paco España, Bibi Andersen (ahora Bibiana Fernández) o Pavlosvsky pasaron por allí. «También la revista Party celebraba en este local la final del concur- so Chico Party, en el que elegían al buenorro del mo- mento», dice Carme.
CABARETS DE LOS AÑOS 20
Nos adentramos en el Raval y enfilamos la calle Cid hasta el número 10, donde hoy día solo vemos un blo- que de pisos. La Criolla (después Wu-li-chang) fue qui- zás el cabaret más famoso entre los años 20 y 30. Uno de sus personajes más destacados fue el abogado anar- quista (de día) y travesti (de noche) Flor de Otoño, del cual se hizo una película protagonizada por José Sacristán. La Criolla desapareció en 1938 tras un bombardeo de la aviación italiana. Frente a ella se encontraba Ca- sa Sacristán, otro cabaret donde el transformista Mirko imitaba a Concha Piquer como nadie.
La calle Cid desemboca en la plaza de Jean Genet, justo delante de la Escuela Oficial de Idiomas. El nom- bre es un homenaje al escritor francés, que vivió en Barcelona de 1932 a 1934 y subsistía gracias al robo y la prostitución. Esa experiencia sirvió como inspiración para escribir Diario del ladrón en 1949. Un dato del que toman buena nota dos de los asistentes al tour, los es- critores Ricard Ruiz Garzón y Sebastià Portell, los dos comisarios de la última edición del festival de literatura LGTB #Qlit.
A pocos metros se encuentra el nº 9 de la allí se encontraba Gambrinus. A finales de los 60, este cabaret protagonizó el resurgimiento del transformismo en Barcelona. Allí reinaron Coccinelle, Dolly Van Doll y «Madame Arthur, exayudante de cámara –cuenta Thaïs ante el estupor de los asistentes al tour– ¡del ministro de gobernación franquista Camilo Alonso!». Carme y Thaïs definen el Gambrinus en su libro Gent de ploma i marabú como «la cantera trans de la Barcelona de los 70».
PRIMERA MANIFESTACIÓN DEL ORGULLO
Del Raval salimos a la Rambla y la recorremos de abajo arriba. En 1977 se celebró allí la primera manifestación del orgullo gay, capitaneada entre otros por el pintor Naïf Ocaña. Esta mítica arteria barcelonesa, además, contaba con locales tolerantes concurridos por gais y lesbianas como el el Jazz Colón (nº 18), el Teatro Principal (nº 27), el recientemente cerrado Cosmos (nº 34) o el incombustible Cafè de l’òpera (nº 74).
De nuevo al Raval y, después de pasar por la casa natal de los escritores Terenci y Ana María Moix (Joaquim Costa, 37), llegamos al final del itinerario. Estamos en la puerta de La Paloma (Tigre, 27), donde se celebró el fin de fiesta de la primera manifestación LGTB. Thaïs y Carme se despiden y los asistentes a la ruta aplauden porque las dos periodistas han conseguido con simpatía y humor que, después de dos horas pateando bajo la ocasional lluvia, salga el arcoíris sobre el Raval. —