El Periódico - Castellano - On Barcelona
200 AÑOS DE AFINIDAD
La galería Artur Ramon Art propone un diálogo con asombrosas similitudes entre el grabador veneciano Giovanni Battista Piranesi (1720-1778) y el fotógrafo argentino Humberto Rivas (1937-2009)
LA OBRA DEL grabador veneciano Giovanni Battista Piranesi (1720-1778) es excepcional. Como lo es también la del fotógrafo bonaerense Humberto Rivas (19372009). Situar una junto a la otra no es solo la yuxtaposición de dos referentes de su tiempo, sino un diálogo a través de dos siglos, con asombrosas similitudes. Ver cómo ambos artistas recurrieron a claroscuros o su interés por las formas arquitectónicas permite reflexionar sobre cómo el arte puede tener tantos puntos en común en épocas distintas. La galería Artur Ramon Art propone adentrarnos en este diálogo entre el artista neoclásico y el fotógrafo que convirtió la imagen documental en obra de autor en la exposición Piranesi – Rivas. Gravats i fotografies.
La idea de una muestra conjunta de Piranesi y Rivas –que ha contado con la colaboración de José Aristizábal, biógrafo del fotógrafo– surgió de la voluntad de «llegar a nuevos públicos», explica Mònica Ramon, codirectora de la galería. El nombre de Artur Ramon Art está muy vinculado a las antigüedades, y mostrar su fondo al lado de autores contemporáneos es una manera de atraer a visitantes poco habituados al arte antiguo. Que fuera Rivas el interlocutor de Piranesi surgió tras la exposición del fotógrafo en la Fundación Mapfre en Madrid y València. Al ver que esta muestra no recalaba en Barcelona y que hacía años que la capital catalana no tenía ninguna exposición del argentino, Mònica Ramon pensó en acogerlo en su espacio, ya que los lugares abandonados de Rivas conjugaban bien con las Vedutas del italiano. Y así es como una veintena de aguafuertes de la época de Roma de Piranesi comparten la sala con otra veintena de fotografías de Rivas, en su mayoría copias de época. En todas ellas se percibe el paso del tiempo, ya sea en monumentos de las civilizaciones clásicas o en una nave industrial. El tiempo pasa, el arte permanece. —
Giambattista Piranesi – Humberto Rivas. Gravats i fotografies
Artur Ramon Art
En solo seis ediciones, el festival Cara·b se ha impuesto como cita de verdadera re- ferencia para amantes de los sonidos al- ternativos de diverso cuño. Este año, de nuevo, dedicará una noche a la música urbana (la del viernes, día 14) y otra (la del sábado, día 15) al pop y rock hechos con guitarras por lo general distorsionadas. Escogemos cinco nombres con los que no te equivocarás.
1. DEVA
Antes conocida como D’valentina, esta cantante trap-soul (en su propia defini- ción) se dio a conocer en junio del 2017, cuando colgó en Youtube una curiosa versión medio en español, medio en in- glés del clásico Goosebumps de Travis Scott. Pronto llegaron pegadizas cancio- nes propias, la mejor de ellas, quizás, Nothing’s forever, una delicia de aromas dancehall sobre la importancia de apro- vechar el momento; ella sabe aprovechar tan bien el suyo que asegura que compuso la canción en tan solo diez mi- nutos. Tras rebautizarse como DEVA, ahora afronta su carrera con más profe- sionalidad y madurez y aspira, o eso pa- rece, a comerse todos los territorios. Ya puede decir que ha publicado un single (Quién quieres ser) con producción de Anthony Kilhoffer, hombre de confianza de Kanye West. En su actuación en el Cara·b debería enseñar canciones de su es- perado primer álbum, en principio a la vuelta de la esquina. Viernes, día 14, 20.15 horas.
2. FANSO
Los raperos Lasser y Cráneo y los pro- ductores Made In M, Juan RIOS y Sr. Gua- yaba forman este colectivo de hip hop Lofi, es decir, en Baja Fidelidad: no se busca la brillantez digital, sino la cálida y gloriosa impureza del sonido de los vie- jos casetes o los vinilos no del todo bien cuidados. En baja fidelidad y a bajas re- voluciones: los ritmos de Fanso son tan chill como sus sorprendentes letras, en las que no hay grandes tensiones, sino homenajes a placeres simples como los videojuegos, dar vueltas por la calle o es- tar en el sofá con la persona a la que quieres. Este colectivo es amigo de lo analógico tanto en el sonido como en el formato: véase lo cuidado de las (auto) ediciones en vinilo o casete de los álbumes Acid house, del 2015, y Música para lagartos, del 2018. También cuidan su imagen a través de su propia productora audiovisual. Visión de 360 grados, es decir. Viernes, día 14, 23.35 horas.
3. CARIÑO
A veces pasan cosas buenas a la gente que hace cosas buenas. Ahí queda el caso de Alicia Ros (bajo, voces), María Talaverano (voces, teclados) y Paola Rivero (guitarra), cuyas canciones indie pop se convirtieron en tiempo bastante récord en himnos de varias generaciones; su repertorio es, a la vez, muy noventero y muy actual en sus formas de expresión y referencias socioculturales, con lo que se entiende la amplitud del club de fans. Pero ahora que han fichado por un sello/promotora con la buena racha de Sonido Muchacho (Carolina Durante, Mujeres), su suerte todavía podría mejorar. Quizá ya sea tarde para que nos to- quen el single X Navidad pero tienen fondo de catálogo del que tirar: de la seminal Canción pop de amor a Bisexual («cómo decírselo a mi madre/ cómo contarlo en la pelu/ qué pensarán mis
Festival Cara·b
Fabra i Coats (Sant Adrià, 20) Horario Viernes, 14, y sábado, 15, a partir de las 18.00 horas 25 € por día