El Periódico - Castellano - On Barcelona
La vida podría ser un ‘dumpling’
Dr. Zhang es un pequeño y animado restaurante regentado por una joven catalana que sublima el bocado chino a precios populares
LA VIDA PODRÍA ser un dumpling y seríamos tan felices... Siempre y cuando fueran como los que despacha la cocina de Dr. Zhang (Sepúlveda, 137), un pequeño y animado local que regenta Elia Caral, diseñadora gráfica catalana que bien podría decir que es medio china a pesar de que solo vivió dos años en Shanghái. Pero aquella estancia le cundió de lo lindo porque a su regreso a Barcelona dejó su trabajo frente al ordenador para montar un restaurante que dibuja unos bocados imbatibles. Además de los citados dumplings, borda los wontons, las sopas y los bowls.
SALMÓN, PATO, BERENJENA...
Si le preguntas a Elia por los dumplings clásicos de la carta, no sabrá contestarte con exactitud: «Pusimos el de salmón con curri mango de manera temporal y gustó tanto que se ha quedado. Probamos un tiempo con el de pato con teriyaki y gustó tanto que aquí sigue. Y lo mismo pasó con el de berenjena con miel y con el de calabaza con curri». Su relato ejemplifica bien lo que sucede en Dr. Zhang. Hagan lo que hagan, lo petan.
La ensalada de noodles con salsa de cacahuete está tan rica que aprendes a pillar los fideos con los palillos en cuestión de segundos, por muy zarpas que seas. Con sus rollitos de primavera te enrollarías en verano, en otoño y en invierno. Seguro que la sopa con pak choi y un dumpling a elegir (de verdura, pollo o cerdo) nunca saldrá de la carta. Su wonton de mar y montaña (langostino y cerdo) con arroz y aceite de chile merece un monumento en cualquier ciudad del sur de China, de donde es originario.
Y así se podría seguir con los dumplings de setas al vapor con teriyaki, de cerdo a la plancha, de cacahuete con chocolate caliente y sal...
Lo bueno de Dr. Zhang no solo es la comida. También sus precios; para que te hagas una idea, los menús de mediodía cuestan, en función de su longitud, 10,50 y 14,50 € (también hay fórmulas con bowls por 11,50 y 8,50). Y su galleta de la suerte, que incluye un mensaje dentro de buen rollo. —