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Un gran plató internacional
Una de las características de The head, además de su original historia y el impresionante plató que se construyó para reproducir la Antártida, es su reparto internacional. Además del español Álvaro Morte, el elenco lo forman actores de varias nacionalidades. Los 10 han hablado desde sus casas por videoconferencia de su personaje, del rodaje y de la serie.
El danés Alexandre Willaume es Johan, el comandante de verano de la Polaris VI. «Al acabar nuestra temporada, le pasamos la estación al equipo de invierno. Entre ellos está su mujer, Annika, que se quedará durante seis meses en la oscuridad, mientras él se va a pasárselo bomba. Durante mucho tiempo no ha estado en contacto con la Polaris VI y cuando vuelve, encuentra que ha habido violencia, muchos cadáveres y se pone a intentar averiguar qué ocurrió y dónde está su mujer, el amor de su vida.
núcleo. Esta serie ha superado mis expectativas. Hay profesionales que me preguntan si es americana, porque es genial».
La sueca Sandra Andreis (4) es Ebba, la enfermera, que tiene una relación con Erik. «Lo que me gustó de The head es que desvela lo disfuncional del poder en el mundo, incluso en la Antártida, donde todos dependen del otro. Ebba ha dejado a su familia para ir a la Polaris VI. Tiene una relación complicada con sus compañeros y debe ayudar a la doctora a cuidar la salud de todos en un entorno peligroso. Me encantó mi personaje por las muchas capas que tiene».
La escocesa Katherine O'donnelly (5) es Maggie, una joven doctora novata. «Es una de los tres miembros nuevos en la estación. Acaba de licenciarse, es muy inteligente y está dispuesta a afrontar esta aventura. Aunque se siente deslumbrada, tiene que integrarse entre los miembros de la estación. Entabla una estrecha amistad con Aki, que también es nuevo. Yo, personalmente, estaba muy nerviosa cuando llegué, porque nunca había hecho un papel protagonista y tener a estos actores alrededor... Estoy muy orgullosa».
El actor y músico japonés Tomohisa Yamashita (6 da vida a un joven científico cuyo sueño era trabajar en la estación. Tomo es todo un ídolo en su país, donde cuenta con un gran número de seguidores en las redes y triunfa con sus canciones. De hecho, una de las que aparece en la serie es suya. «Mi personaje es un joven biólogo. Me dejaron escoger su nombre y propuse Aki, que es otoño en japonés, porque no hace frío ni calor. Él es muy inteligente, pero no el típico empollón. Es muy trabajador, pero tiene algo misterioso».
El escocés Chris Reilly (7) da vida a Nils, técnico de la estación. Muy manitas, pero borrachín. «Decidimos que Nils sería americano. Y es como el personaje de Morte: muy visceral. Ha vivido el amor, la pérdida y el miedo y se refugia en la Antártida. En la estación, al no haber policía, debemos solucionar todo solos. Como en el confinamiento por el covid-19. Nils no tiene nada que perder. Y si no se importa, por qué le van a importar los demás. Me gusta la libertad que me dieron para crear al personaje».
JOHN LYNCH «En `The head' el pasado se convierte en el enemigo y el presente es un campo de batalla»
LAURA BACH «La serie se plantea algo profundo: hasta dónde llegamos para ocultar los secretos»
El inglés Tom Lawrence (8) es Miles, el responsable de comunicaciones de la Polaris VI y, como muchos del equipo, es un veterano. «Max ha pasado por muchas estaciones y este es su hogar, más que el mundo exterior. Y como es el responsable de las comunicaciones, también con el exterior, es la clave de la supervivencia en un sitio tan inhóspito. Un día ocurre algo, sale para solucionar el problema y... No nos imaginábamos la relevancia que tendría la serie por temas como la lejanía y el aislamiento, que vivimos con el covid-19».
La estadounidense Amelia Hoy (9) es Heather, la informática. «Es nueva y debe demostrar mucho. Para ella esto es una experiencia, pero no la que habría esperado. En un momento se plantea: ¿me rindo o muestro fuerza y valor? Quiere sobrevivir y tener buenas relaciones con sus compañeros, pero se enfrenta a una cuestión ética. Me gustaría mencionar la meticulosidad de los detalles. Tuve que saltar del túnel unas 50 veces. Pero había que hacerlo. Además, en Tenerife hemos sudado mucho y en Islandia pasamos un frío increíble. Vivimos una montaña rusa».