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Àlex MONNER Claudia SALAS Guillem BARBOSA
«Proyectos como `La Ruta' llegan una vez cada mucho tiempo»
Son Marc, Toni y Lucas en la serie de Atresplayer Premium La Ruta, y son Àlex Monner (Barcelona, 1995), Claudia Salas (Madrid, 1994), dos jóvenes actores a los que hemos visto en seres de éxito como Polseres vermelles, Merlí , Vivir sin permiso, La línea invisible, en el caso de él, y en Élite y La peste, en el de ella. Y Guillem Barbosa, intérprete de teatro y cine, para quien esta es su primera gran serie. Los tres han descubierto con esta historia que retrocede en el tiempo un movimiento con una música que es mucho más que aquella machacona que todos recordamos.
– Los castings fueron muy elaborados. ¿Coincidieron en alguno?
– Claudia Salas (C. S.): Los cinco, no. Pero sí que hice alguna trama con Àlex. Yo tuve mi prueba individual y luego tres o cuatro. Lo viví como la ruta del casting.
– Àlex Monner (À. M.): Molaron mucho. Yo pocas veces me he encontrado con jornadas de trabajo en las que te sentabas, leías textos... Eran como talleres. Hacías una improvisación con una situación bien marcada de 10 o 15 minutos. Y probé muchas Tonis. Todas estaban increíbles. ¡Qué mal nos hacen los castings! A la que nos dan un poco de libertad y cosas sólidas a las que agarrarnos, las escenas vuelan solas. Flipé.
– Guillem Barbosa (G. B.): Mi proceso de casting fue muy diferente. Hubo uno de vídeo, luego presenciales... Uno de dos horas o tres, por lo que nos dio mucho tiempo para improvisar. Tuve la sensación de que a medida de que iba haciendo el proceso iba fusionándome con el personaje.
¿Cuál es el año que más han disfrutado rodándolo?
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– C.S.: Yo lo tengo muy claro: 198183. Cuando empieza todo: las primeras fiestas en Barraca; los conciertos dentro de las salas; la energía que había tan de compartir, tan de crear... Esta cosa que se genera cuando estás arrancando algo. Como pasa con las relaciones, que lo bonito es el principio...
– À.M.: Yo recuerdo un subidón cuando dimos el salto a 1987. La ambientación de las discotecas, los estilismos eran más locos... Había un cambio de estilo a nivel narrativo y a nivel técnico: pasábamos de tener planos con teleobjetivos a que se rodara con cámara al hombro. Nos podíamos mover más libremente, no teníamos que ir tanto a la marca. – G. B. : A mí me gustó 1988. Es fin de año, nos estamos metiendo unas rayas en los baños de Spook. La Ruta está en su máximo esplendor de festividad, de colores y de gente extravagante. Me dio un poco la sensación de que era cuando la Ruta estaba más tierna, pero más directa.
– ¿Este proyecto les ha servido para descubrir esa música?
SALAS «Yo tenía la idea del bakalao muy estigmatizada pero hay música muy elaborada»
– C. S.: Absolutamente. Yo tenía la idea del bakalao superestigmatizada. Y cuando escuchamos algún tema, dijimos: «¿Esto es bakalao?». Como tienes esa idea del parkineo, de la música chumba chumba que nos ha llegado a todos... Pero hay música tremendamente elaborada.
– À. M.: Y que no tenía nada que ver con el chumba chumba.
– C. S.: Además, la puedes escuchar en cualquier momento. Para ducharte, para cocinar, en la cama… Me llevo mucha música.
– G. B.: Yo pensaba que iba a ser más makinera y, en cambio, hay mucho guitarreo. He descubierto muchísimos grupos y tengo una lista.
¿Cómo habrían vivido ese fenómeno, si hubieran nacido antes?
– –C. S.: Yo no hubiera aguantado. Nao Albet me dijo que en un festival sales dos días seguidos, y yo le contesté que ellos lo hacían todos los fines de semana durante 10 años. Eso no hay cuerpo que lo aguante.
Ni tampoco bolsillo.
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– C. S.: Algunos trabajaban y su premio era salir de fin de semana. Y la gran mayoría vivían con sus padres Además, tenías tu nevera, tu alcohol, tu agua.. Te llevabas algo para comer, estabas en tu coche... La vida era más asequible y se compartía mucho. Pero yo sería más de ir a las
MONNER «Con la Ruta me habría pasado como con la fiesta: la habría vivido a tope y luego me aburriría»
paellas por la mañana. Que hacían.
– À. M.: A mí me habría pasado como ahora con la fiesta: la habría ido vivido a tope durante un tiempo y luego me habría aburrido. Porque estar con la misma gente, en los mismos sitios, en bucle... La fiesta es divertida, pero hay un momento que no da más de sí. A no ser que tengas mucha inventiva, que es lo que pasa en Berlín, que siguen con la música electrónica. Si en València se hubiera tomado la Ruta en serio, sería muy puntera a nivel europeo.
– G. B.: Pero en València hay este espíritu de no querer marcar tendencia. Y eso es lo bonito de la Ruta, que estaba hecha por gente que más que querer demostrar al mundo un movimiento cultural, lo que hacían era vivirlo. Y eso hizo que fuera lo que fuera. Yo la habría disfrutado bailando, tomando mescalina, y con un coche que hiciera brooom broom. Pero no hubiera seguido hasta el final. Me habría jubilado antes.
Hay la historia de La Ruta y la del rodaje. Hicieron mucha piña.
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– C. S.: Para mí ha sido un regalo y un privilegio crear con gente que no para de hacerlo, incluso tomando un café. Es como si coges a tu familia y a tus amigos, os une algo y lo estáis haciendo. Yo vivía enfrente de Eli (Casanovas). Y la puerta ya ni se cerraba. Teníamos un rellano que se convirtió también en casa.
– À. M.: Llevamos años en esto, pero hay que aceptar que proyectos así llegan una vez cada mucho tiempo. Ha sido increíble a todos los niveles. Disfrutábamos cuando salía el sol, cuando llovía, cuando íbamos a tomar algo, currando ....
– G. B.: Ha sido mi primera gran experiencia audiovisual y me cuidaban mucho. Me cuesta imaginarme que las cosas sean diferentes a nivel de grupo. Así de bonito y positivo.
Habrá una serie sobre el fenómeno de Ibiza. Àlex, se personaje recibe un contrato en la isla. ¿Le apetecería retomarlo en esa ficción?
– –À. M.: Sí. Porque Marc me mola bastante como personaje. Ojalá hicieran una segunda temporada, porque fue tan guay... Pensar que iríamos a ir a Ibiza a rodar... Me fliparía.