Confesiones en Canonges
El ‘president’ se entrevistó con Navarro, Junqueras y Herrera, por separado, para intentar el máximo apoyo a la declaración CIU intercambió más textos con la CUP que con el PSC
El meollo de la declaración quedó acordado durante la negociación del pacto de estabilidad firmado entre Artur Mas y Oriol Junqueras. Así, según una fuente republicana, en la primera reunión de coordinación del acuerdo CiU-ERC surgió la idea de convocar una cumbre a cinco con nacionalistas, republicanos, PSC, ICV-EUiA y la CUP para buscar una formulación común. Pero el resto de grupos les dieron calabazas. Así fue como el portavoz parlamentario de CiU, Jordi Turull, y la republicana Marta Rovira pusieron negro sobre blanco un borrador de declaración. «Sabíamos que sería filtrado, no quizá a la hora y media de entregarlo, pero sí que llegaría a los medios», aseveran en Esquerra. «Por eso la dimos solo en papel», sentencia, precisamente para que, en ímprobo esfuerzo, el documento no corriera como la pólvora.
A sabiendas se hizo, entonces, un texto de máximos, pues, «fuera la que fuera la propuesta», esta se vería rebajada, añade uno de los negociadores . Ahí nace la mención al Estado propio que tanto «envenenó» las negociaciones. ¿Quién filtró el texto inicial? Todos acusan a los socialistas, aunque el PSC desde el primer momento negó ser el responsable de publicitar el texto.
A partir de ahí empezó la negociación. Tres cumbres en el Parlament, varios encuentros paralelos entre diferentes negociadores y decenas de contactos telefónicos. Los impulso- res de la declaración señalan que desde el primer momento intuyeron que el PSC quedaría fuera, pero aseguran que intentaron convencer a Pere Navarro y a otros dirigentes socialistas de que les convenía no situarse en el frente que representan el PPC y Ciutadans.
El presidente de la Generalitat, Artur Mas, optó por un discreto papel en público, pero participó en las negociaciones. Como prueba, tanto Junqueras como Navarro y Joan Herrera pasaron, por separado, por la Casa dels Canonges, en el Palau de la Generalitat. Mas les explicó que para poder convocar la consulta, Catalunya debe «cargarse de razones» y recabar apoyos internacionales. Según una fuente conocedora de estos contactos, el líder de CiU reconoció que el proceso que se abre a partir de la declaración obligará a agotar las vías de negociación con el Estado.
Esfuerzos estériles
Herrera y Junqueras estuvieron en contacto por teléfono durante toda la negociación. El líder y la portavoz ecosocialista, Dolors Camats, actuaron como mediadores y el viernes, poco después de que Navarro acusase a Iniciativa de hacerle el juego sucio a CiU y ERC, Herrera se reunió con el primer secretario socialista. En el encuentro ya quedó claro que existía poco margen para el acuerdo. A pesar de que se presagiaba el resultado, los partidos se emplazaron a seguir intercambiando documentos durante el fin de semana y verse de nuevo el domingo en el Parlament para hacer un último intento.
Durante la última cumbre, hubo un momento en que el negociador socialista, Maurici Lucena, pareció aceptar la referencia al «soberanismo» , pero finalmente no fue así. El PSC asegura que, a pesar de los intentos de Rovira, Junqueras nunca estuvo por la labor. En todo caso, CiU asegura que intercambió más textos con la CUP que con los socialistas.