Una gala positiva
El Primavera apostó por la luz en una fiesta entre la comedia, el discurso y la música en directo para presentar su cartel en Apolo
Expectación, nervios y una cola que salía de Nou de la Rambla para rondar el Paral·lel y cruzarse con otra cola, la del show de Pedro Ruiz. Ese era el ambiente previo a La Gala, así, a secas. El Gran Evento con que el Primavera Sound anunciaría de golpe –salvando la ya conocida presencia de Blur– todo el cartel del festival de este año. Había curiosidad por saber qué sucedería ahí dentro, si aquello sería una gala en toda regla, con su maestro de ceremonias, sus discursos y sus actuaciones, y sí, de todo eso hubo en una velada de autoafirmación y, sobre todo, optimismo frente a un presente aciago.
Arrancaron la velada Extraperlo con Fina vanidad, uno de los mejores temas del tropicalista Delirio específico. A eso, a la «vanidad», se refirió el presentador Johann Wald para hablar de uno de los directores del festival, Gabi Ruiz, quien supo encajar los comentarios de un Wald por momentos en busca de la sana incomodidad de Ricky Gervais.
Retransmitido en directo por el canal de Youtube del Primavera Sound y proyectado también en El Sol en Madrid, La Gala combinó más o menos ágilmente la stand-up comedy con las actuaciones musicales y los discursos. De las segundas se encargaron, además de Extraperlo, La Bien Querida (interpretando una hipnótica, muy krautrock Hechicera) y, en el colofón final, unos bienvenidos Antònia Font, con Pau Debon recuperando gustosamente su labor como frontman de la banda (incluso llegó a hacer air guitar). En el repertorio: Robot, Darrera una revista, Wa yeah…
Onda expansiva
Los discursos vinieron a cargo de Alberto Guijarro, otro de los directores del festival, quien apostó por enfrentarse al futuro con actitud luminosa, en tiempos en que «todo parece demasiado gris». El festival, dijo, quiere dar «algo de energía positiva que nos contagie a todos». Recordó que, de nuevo, el Primavera llegará no solo al Fòrum, sino también a parques, bares y salas de cine, acercando la onda expansiva (y positiva, al menos a menudo) de la música a cada rincón de la ciudad. Por el lado institucional se subió al escenario Carles Sala, responsable de música del ICUB, quien recordó la génesis del festival y subrayó el momento en que Joan Clos vio el Fòrum lleno, «por primera vez», y exclamó «¡esto es estupendo!».
A Abel González, uno de los responsables de la programación, le quedó el (agradecido) trabajo de
«Queremos dar energía positiva», dijo el director del certamen, Alberto Guijarro Estraperlo, La Bien Querida y Antònia Font fueron la oferta musical de la cita
repasar y explicar el excelente cartel que Primavera Sound presenta este año, otro año más. Tras un vídeo animado con los nombres del cartel que el público de la gala, periodistas y amigos e invitados, recibió con alborozo –en particular a la altura de los nombres de The Postal Service, Phoenix, Band Of Horses y Daniel Johnston, entre otros–, González explicó las líneas principales de acción de un reparto artístico sin desperdicio.
La revelación de la gala, sea como sea, tuvieron que ser los anuncios- sketches de la ficticia Primavera
Sound Foundation, dedicada a la rehabilitación de hipsters (o los modernillos de siempre). Sus terapias de grupo en busca de alejarse de los modos de vida indie, de los vinilos de grupos ignotos, los bigotes irónicos, las zapatillas de tres rayas y las bicis, surtieron efecto entre el público, que supo reírse esencialmente de sí mismo. ¿De verdad no podría hacerse una serie sobre esta genial fundación, un poco en la onda de Portlandia? ¿Comedia satírica
indie? Ya tardan los productores locales en ponerse las pilas.