La dieta saludable llama a la puerta
SIEMPRE SE PUEDEN encontrar excusas para justificar un menú poco saludable. Puede ser la falta de tiempo para ir al mercado, una escasa habilidad ante los fogones, la poca inspiración, un paladar algo estrecho de miras… Pero para cada pretexto existe un argumento que lo desmonta, y más si se tiene en cuenta que internet permite la proliferación de nuevas propuestas innovadoras pensadas para combinar el ritmo de vida actual con una dieta equilibrada y un servicio a domicilio. Las cestas ecológicas, en las que el cliente recibe en casa cada semana una caja l lena de frutas y verduras cultivadas en huertos locales, son un ejemplo. Pero también hay opciones más sofisticadas que van algo más allá, situándose en la este- la de los chefs en casa, pero de forma virtual y bastante más económica.
Es el caso, entre otros, de Easydinner (www.easydinner.es), una empresa on line puesta en marcha por la cocinera Rebecka Wallesten –después de encontrar la inspiración en su Suecia natal–, que ofrece la posibilidad de recibir en casa cada lunes o martes todos los ingredientes necesarios para elaborar un menú saludable durante toda la semana, con instrucciones detalladas sobre cómo se debe cocinar cada receta. “Nos basamos en platos únicos, que no sobrepasan nunca las 600 calorías, buscando siempre el equilibrio semanal y utilizando productos de temporada”, detalla Wallesten, que cocina mano a mano con la también sueca Cecilia Nordstrom. Un concepto novedoso que implica un ahorro de tiempo y de dinero (cada plato, explican, sale a unos 3,25 euros e intentan optimizar al máximo la materia prima), pero también de quebraderos de cabeza.
En este sentido, el desequilibrio en la dieta suele producirse debido a la falta de planificación previa y la poca imaginación a la hora de cocinar, lo que acaba convirtiendo los platos de verduras o legumbres en un aburrimiento. “Hay estudios que indican que las familias dominan unas 20 recetas, y no se mueven de allí. Nosotros nos propusimos el año pasado no repetir ni una sola receta, y lo hemos conseguido”, aseguran. El secreto consiste en “la combinación de sabo- res”, la introducción de ingredientes no habituales y la apertura a la “cocina internacional”. Un ejemplo serían alguno de los platos previstos para esta semana, como el pollo con patatas y salsa de yogur con albahaca, el chili sin carne con arroz y guacamole o la ensalada griega con verduras tostadas.
Pero la auténtica novedad reside en que el usuario no solo recibe los ingredientes y una lista de platos, sino que cuenta con “sencillas” instrucciones para elaborar los platos, lo que abre las puertas incluso a aquellos que no dominan el arte culinario. “Primero elaboramos nosotras las recetas y luego escribimos la forma de hacerlas en pasos, con fotografías incluidas, pensando siempre en una persona que no sabe cocinar”, comentan. La fórmula la han expandido ahora a los fines de semana o los niños y se puede adaptar a casos concretos, como vegetarianos, celiacos o intolerantes a la lactosa. Solo hay que clicar la opción más adecuada a través de su página web.
Compromiso ecológico
Por otro lado, cada vez hay más productores que ofrecen sus productos a través de cestas ecológicas, que el cliente recibe en casa en base a lo recolectado cada semana (una vez solicitado vía web). Aquí se trata simplemente de los ingredientes –frutas y verduras, sobre todo, aunque se pueden añadir huevos de co- rral, aceite, pan, mermeladas y demás–, pero añaden el compromiso medioambiental de una producción sostenible. Con solo una búsqueda rápida por internet se pueden encontrar varias propuestas, todas con sus propias peculiaridades. Una de ellas es La Tavella (www.latavella.cat), que dispone de 10 hectáreas de huerta ecológica en Osona y el Vallès Oriental, además de trabajar con productores de fruta locales. “El concepto de alimentación sana va ligado al del cultivo responsable, que te permite saber qué comes y de dónde procede. Ofrecemos solamente productos de proximidad y de temporada e incluso intentamos recuperar variedades autóctonas”, señala su director, Jordi Llauradó.
Una manera de consumir que suma un compromiso social. “La distribución del producto ecológico es muy reducida, pero consigue romper con la filosofía de distribución de los grandes mayoristas, que acaba siendo injusta para el payés”, añade Llauradó. En el caso de La Tavella, además, se debe tener en cuenta que surge de la iniciativa de dos entidades que trabajan con personas con discapacidad mental, con el objetivo de garantizarles un empleo. También ofrecen a través de su blog recetas fruto de la colaboración de restaurantes, blogueros y los propios clientes, para acabar de convencer a los incrédulos de que comer de forma sana no es tan difícil.