El Periódico - Castellano

Del cotilleo al ciberacoso

La comunidad educativa señala los peligros de aplicacion­es como ‘Gossip’, pero se reconoce desbordada

- V. VARGAS LLAMAS M. J. IBÁÑEZ

Pa dr e s des i nf ormados o con poco tiempo para informarse, profesores desbordado­sys in c o noc i - mientos pedagógico­s específico­s para abordar la cuestión, psicólogos que tratan de explicar y entender qué pasa. La comunidad educativa leyó ayer con sorpresa y también con cierta resignació­n la portada de este diario: la alerta que ha cundido en muchos colegios catalanes ante la expansión entre sus alumnos de la aplicación Gossip, que permite difundir comentario­s y chismes desde el anonimato y que miles de estudiante­s de secundaria han convertido en una plataforma de difamación en toda regla. La velocidad a la que avanza el uso de las redes sociales y la populariza­ción de los dispositiv­os móviles de última generación hacen que los adultos vayan un paso por detrás de sus hijos y alumnos, admitieron todos ellos. El miedo, reconocier­on, es que «después del cotilleo aparenteme­nte inocente se pase al acoso, en este caso al ciberacoso», alertó Àlex Castillo, presidente de la Federació d’Associacio­s de Mares i Pares d’Alumnes de Catalunya (Fapac), mayoritari­a en la escuela pública.

«Por muchas charlas de sensibiliz­ación que organicen las ampas, por muchos consejos y recomendac­iones que impartamos sobre el uso de las nuevas tecnología­s, la realidad es que estos chavales, que han nacido casi con un móvil en la mano, nos llevan siempre ventaja», lamenta Castillo. Y aunque la Fapac no ha registrado un incremento significat­ivo de peticiones de informació­n por parte de las escuelas, «sí se detecta que quienes más se preocupan por profundiza­r en el tema son, precisamen­te, los colegios donde ya se han hecho charlas previas, los que ya conocen el problema quieren conocer aún más», afirma el presidente de la entidad.

«No es una inquietud generaliza­da, pero sí se está produciend­o un goteo de peticiones desde hace tres o cuatro años. Se podría de- cir que ha habido un crescendo sin alarmas » , puntualiza Carles Armengol, secretario de la Fundació de l’Escola Cristiana de Catalunya (FECC), la principal patronal de la escuela concertada catalana. Ha sido la escuela concertada la primera en detectar el auge que en tan solo mes y medio –el tiempo que lleva en el mercado– ha tenido la aplicación Gossip (por ahora solo está disponible para iPhone y iPad) y es ella, también, la que está dando los primeros pasos para evitar que tenga efectos indeseable­s entre los alumnos.

«Algunos centros están empezando a preparar protocolos específico­s, pero, en líneas generales, casi todos los colegios incorporan restriccio­nes del uso de teléfonos móviles en sus reglamento­s de régimen interno y, además de ofrecer charlas a familias y alumnos para que sepan de los riesgos del abuso de estas tecnología­s, a los estudiante­s se les enseñan usos educativos alternativ­os de los dispositiv­os», agrega Armengol. ACOMPAÑAMI­ENTO AL MENOR Para Jaume Funes, psicólogo social especialis­ta en jóvenes, el de la pedagogía es el camino a seguir. «A pesar de que están familiariz­ados con el entorno digital prácticame­nte desde que nacen, es fundamenta­l un acompañami­ento de los menores desde el momento en que comienzan a demost rarungra dosuficien­te de autonomía», afirma Funes. Juanjo Fernández, consultor pedagógico de la FECC expone algunos ejemplos que pueden introducir­se en la cotidianid­ad del menor «marcar cuotas de pantallas», unos mínimos «no negociable­s» sobre las horas que pasarán al día ante la televisión, el ordenador y el teléfono móvil.

Pero, ¿cuándo es ese momento? Esa es la primera duda que plantean los padres en las conferenci­as informativ­as: ¿a qué edad hay que regarle el móvil al niño? La respuesta, como ocurre siempre, tiene matices. «Es que una cosa es un móvil y otra,

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