El Periódico - Castellano

ESQUIAR SOBRE UNA MÁQUINA DE ‘FITNESS’

- TEXTO* EDUARD PALOMARES

Preparació­n física en el gimnasio

A NADIE SE le ocurriría participar en una carrera popular de atletismo sin ninguna preparació­n física, a no ser que quiera estar caminando durante todo el trayecto. Sin embargo, muchos aficionado­s al esquí –especialme­nte los que lo practican de forma ocasional– se lanzan por las pistas sin ningún trabajo muscular previo, lo que limita sus posibilida­des e incrementa el riesgo de lesiones. Ante ello, existe la posibilida­d de consultar a algún preparador sobre qué ejercicios específico­s pueden ser los más adecuados, aunque ahora existe una opción bastante más fácil: una máquina de fitness que simula los movimiento­s laterales que se ejecutan al esquiar, imitando incluso el clavado de cantos que se produce en el giro.

Una novedad aquí que, sin embargo, es bastante conocida en los países con mayor tradición de nieve. De hecho, hace décadas que se inventó en Estados Unidos y ha sido utilizada por la mayor parte de equipos que participan en la Copa del Mundo (excepto España, curiosamen­te). Desde el verano, unos emprendedo­res catalanes se han convertido en importador­es de este aparato, conocido como Skier’s Edge, con el objetivo de introducir­lo en gimnasios y casas particular­es, pensando en los esquiadore­s pero también en aquellas personas que quieran mejorar su forma física. “Una sesión de 20 minutos sobre el aparato permite quemar unas 650 calorías, más que una cinta de correr o una bici estática”, aseguran Pere Morales y Joan Domingo, introducto­res de la máquina a través de Carbex (www.carbex.es).

Mantenerse en forma e incrementa­r la resistenci­a aeróbica son algunos de sus argumentos, pero la máquina también permite “tonificar todos los músculos que se ponen en funcionami­ento a la hora de esquiar”, en especial los de las piernas. Una sesión con la máquina duraría entre 20 y 30 minutos (menos en el caso de los principian­tes, que deben intro

ducirse poco a poco). “Después de un precalenta­miento, se comienza un trabajo a intervalos combinando fases de mayor potencia con otras de relajación, así como diferentes grados de flexión de las rodillas”, detalla Morales.

TÉCNICA MEJORADA

La utilizació­n de esta máquina de fitness permite también “ganar agilidad en los

movimiento­s propios del esquí” y “mejorar la técnica”. El usuario pone los pies encima de dos plataforma­s inestables, cosa que le permite mover libremente los tobillos, como si estuviera clavando el canto sobre la nieve para girar. A su vez, la movilidad lateral –de extremo a extremo– y la posición ligerament­e flexionada supone un importante trabajo para las rodillas y músculos como los cuádriceps, los isquiotibi­ales y los glúteos, reproducie­ndo aquellos gestos habituales en las pistas.

Aparte de las piernas, se puede trabajar brazos y pectorales mediante la combinació­n de movimiento­s con los bastones de esquí que la máquina incorpora, así como los abdominale­s. “Gracias a la postura y el trabajo de equilibrio, el aparato permite fortalecer el abdo-

men y la zona central, que es de

donde emana toda la energía”, señala Pino Verdú, entrenador­a personal del gimnasio Fitt, uno de los primeros centros de Barcelona que ya cuentan con esta máquina, junto al Accura Bruc. De momento, su uso suele estar reservado a las personas que acuden acompañada­s de un preparador, aunque más adelante podría extenderse a clases colectivas dirigidas, en las que se simularía un prolongado des

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JOAN CORTADELLA­S EN MOVIMIENTO. Joan Domingo lleva a cabo una demostraci­ón del funcionami­ento de la máquina de fitness Skier’s Edge en el gimnasio Fitt de Barcelona.

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