Los vehículos dejan de circular por el viaducto de las Glòries
La previsión de lluvia llevó ayer al consistorio a avanzar el cierre, programado para hoy Las complejas obras desafiarán de nuevo la capacidad de fluidez de la Gran Via
Ante las previsiones de lluvia, el Ayuntamiento de Barcelona avanzó a ayer por la tarde las obras del cambio de fase en los trabajos de deconstrucción del anillo de la plaza de las Glòries, programadas para hoy. Los trabajos comenzaron a las 18.00 horas, quedando suprimido definitivamente el tránsito por el viaducto. Hasta aproximadamente las 20.00 horas solo hubo un carril en la Gran Via en sentido Besòs.
Las complejas obras de transformación de la hasta ahora tortuosa plaza de las Glòries en un gran espacio verde y ciudadano, sin tambor viario ni rastro de coches, han tenido un impacto directo en el tráfico de la Gran Via desde que empezaron a principios de año. Actuaciones previas en el entorno con apertura de calles y restitución de la trama del Eixample han redistribuido parte de los vehículos. Así, el primer desvío de la Gran Via de entrada por el norte y a ras de suelo para derribar el lado mar del viaducto se ha saldado sin grandes colapsos. Ahora que la piqueta ha empezado a hacer añicos el sector montaña, los nuevos cambios desafiarán con más fuerza la fluidez.
La calzada dirección Besòs que se abrió ayer por el centro de la plaza para dejar libre el viaducto tiene más semáforos. Por su parte, la ruta sentido Llobregat que se mantiene por el norte perderá un carril en momentos concretos por los trabajos de demolición que se desarrollarán a pocos metros hasta septiembre.
Los cinco carriles en dos calzadas contiguas (una central con tres y una lateral con dos, uno para bus y otro para vehículos) tendrán un recorrido urbano en superficie. Por ello, a los semáforos en los cruces de Padilla y de Llacuna se sumarán los dos de las nuevas intersecciones a nivel de Castillejos y Badajoz. VELOCIDAD VARIABLE Los responsables municipales de tráfico tienen capacidad para incidir en la velocidad de la circulación modificando intervalos de paso y otros parámetros. Advierten, sin embargo, que con cuatro semáforos seguidos el flujo de vehículos puede ralentizarse. Ello ocurriría en especial al mediodía o por la tarde cuando esta salida de Barcelona va más que cargada. Las posibles alternativas en paralelo por el sur no parecen tales, ni por Bolívia ni por Sancho de Ávila.
Con un carril menos en el vial de entrada a la ciudad en ciertos momentos del derribo, esa ralentización del sur se puede repetir en el norte. La planificación de la obra para que esos cortes no coincidan con horas o días de circulación densa puede ser decisiva.