La bici contribuye a un modelo de movilidad urbana sostenible
Es rápida y eficaz, no contamina y mejora la salud física y mental de los usuarios La red de carriles para ciclistas tiene una longitud de 105 kilómetros en Barcelona
Que los ciclistas en Barcelona hayan multiplicado su número casi por tres en los últimos años –de 47.000 en el 2006 se ha pasado a 126.500 en la actualidad– significa varias cosas. Por un lado, que vamos comprendiendo todas las ventajas que representa el uso de la bicicleta (no solo se gana en salud, en calidad ambiental y en seguridad, sino que también se ahorra dinero). Por el otro, que la ciudad lo está haciendo bien en la promoción de esta forma de transporte.
No en vano, el consistorio trabaja para ampliar la red de carriles bici, que hoy día tiene una longitud de casi 105 kilómetros. Todos los tramos que ahora se construyen se ubican fuera de la calzada y están segregados del resto de circulación para mejorar la seguridad vial y evitar ser invadidos u ocupados por otros vehículos.
Al mismo tiempo, el ayuntamiento trabaja para definir nuevos espacios de aparcamiento (hay 22.350 plazas en superficie), mejorar los tramos donde se producen más accidentes, crear espacios para la recarga de las bicis eléctricas, adecuar el transporte público para el acceso de bicis o desarrollar un plan progresivo de pacificación del tráfico (implementando, por ejemplo, nuevas zonas 30, lo que facilita la convivencia de la bicicleta con otros medios de transporte).
NORMATIVA. El incremento en el uso de la bicicleta en la ciudad ha dado lugar –como es lógico– a situaciones en las que entran en conflicto los intereses de los ciclistas con los de los peatones o incluso los usuarios de otros medios de transporte. Por eso, el Ayuntamiento de Barcelona está poniendo al día la ordenanza de circulación de viandantes y vehículos, adaptándola a las necesidades actuales, para eludir situaciones de riesgo.
No obstante, hay algunas recomendaciones de sentido común que pueden facilitar la buena convivencia de las diferentes formas de desplazamiento. A los conductores, por ejemplo, se les pide que respeten la prioridad de las bicicletas en las zonas 30 y en la calzada; que no circulen, se paren o estacionen en los carriles bici; que tengan cuidado a la hora de abrir las puertas de los vehículos y que presten especial atención al atravesar cruces de calles por los que pasa un carril bici.
Por su parte, los ciclistas también deben corresponder cumpliendo una serie de normas que harán más segura su actividad. De entrada, se les recomienda planificar con antelación los recorridos, analizando la red de carriles bici, escogiendo la ruta más adecuada y circulando preferentemente por carriles bici, calles tranquilas, de prioridad invertida o zonas 30 (en caso de tener que usar la calzada, es preferible hacerlo siempre por el carril de la derecha).
PRUDENCIA. A los usuarios de bicicletas se les pide, asimismo, que no conduzcan de forma temeraria ni haciendo maniobras que puedan afectar a su seguridad o la de los demás. Deben ser prudentes en sus desplazamientos, respetando los semáforos y las señales de circulación (en las áreas para peatones, la bici no tiene ningún tipo de preferencia) y no utilizar nunca el móvil o auriculares mientras se conduce.
En momentos de aglomeración, no hay que dudar en bajarse de la bicicleta e ir a pie, para evitar arrollar a nadie (se recomienda, por cierto, contratar un seguro de responsabilidad civil).
SERVICIO COMPARTIDO. No hay duda de que el auge de la bicicleta en la capital catalana se debe, en parte, a la implementación, desde el año 2007, del sistema de bicicleta compartida Bicing. Fue gracias a la introducción de este servicio –que se ha convertido en un referente mundial en su campo–, que se inició un rápido desarrollo de los carriles bici en la ciudad, especialmente en las zonas más céntricas (que coincide con las que tienen menor desnivel).
Actualmente, el Bicing da servicio a casi 100.000 abonados y cuenta con 420 estaciones repartidas por toda la ciudad, con un parque de 6.000 bicicletas. “Gracias a su buen funcionamiento, el Bicing está valorado como uno de los mejores servicios de bicicleta compartida del mundo, debido a su eficiencia y alto rendimiento”, declaran fuentes municipales.