El Periódico - Castellano

«El premio es una medicina para los momentos de duda»

HUGO FONTELA Pintor. Premio Príncep de Girona Artes y Letras

- NATÀLIA FARRÉ

De vocación precoz, Hugo Fontela (Grado, Asturias, 1986) tuvo claro desde los 14 años que la pintura era su medio de expresión y Nueva York, el mejor sitio para aprender. Así, desde la gran manzana ejecuta sus telas, series de gran formato y paleta limitada que tienen a la naturaleza como protagonis­ta y que le han valido el Premi Príncep de Girona Artes y Letras. –Premi Príncep de Girona con un jurado de lujo y por unanimidad. –Me hace ilusión. Primero porque es un reconocimi­ento a la trayectori­a y no a una obra en concreto. Paso muchas horas solo en el estudio, horas donde hay momentos de felicidad, de pensar que estás haciendo lo correcto, y de incertidum­bre, de no saber si estás en el camino adecuado. Este premio es una medicina para esos momentos de duda. También me hace ilusión que venga de una institució­n que apoya a los jóvenes y que está bajo el amparo de la Corona. –Se lo dan por «una pintura reflexiva, esencial y comprometi­da con la defensa de la naturaleza, que sorprende por su madurez e intensidad» . ¿Se identifica con esta definición? –Sí, hay en mi obra una defensa de la naturaleza o, quizá, una denuncia de su destrucció­n, abandono y decadencia. Esta es la etiqueta más objetiva. También hay una búsqueda plástica

«Hay que distinguir entre lo que es bueno y lo que no lo es, no entre pintura y otras disciplina­s»

y estética. El resto es una percepción de los demás. Siempre he pretendido hacer una pintura sincera y genuina, una pintura comprometi­da consigo misma. Pinto para mí, nunca he pretendido agradar a nadie. –Habla de denuncia y búsqueda estética. ¿En cuál de las dos opciones se encuentra la finalidad del arte? –El arte puede y debe tener ambas cosas. Tiene que cubrir la belleza, porque es una forma de expresión que busca el agrado, que plásticame­nte esté bien hecho. Pero luego tiene que contar algo, ser el reflejo de la sociedad en la que vive el artista. Es decir, debe haber una idea, un concepto, pero también debe estar bien hecho. Los libros de Vargas Llosa o García Márquez gustan porque explican una historia pero, además, porque esta historia está bien explicada. El argumento debe ser bueno pero también la forma de contarlo. En el arte pasa lo mismo. Aunque hay que tener en cuenta que el concepto de belleza es muy subjetivo. Por ejemplo, a mí las pinturas de Bacon me parecen magníficas y bellísimas, pero hay gente a quien no gustan. –Se define como pintor, pero hay quien opina que la pintura ha muerto. –No creo que esté muerta, lo que pasa es que hay épocas en las que se practica menos, como en el arte contemporá­neo. También es la disciplina más conocida, y lo conocido siempre llama menos la atención. Pero hay grandes artistas actuales, como Kieffer y Richter, que se dedican a la pintura. También en España, ahí están Barceló, Sicilia, Broto, Valdés, Arroyo... Hay que distinguir entre lo que es bueno y lo que no lo es, no entre lo que es pintura u otras disciplina­s. –¿Los artistas que cita son sus referentes? –Hay pintores que me han influido y de los que he absorbido cosas, pero no uno bajo el que ampararme. He bebido de Barceló, y he incorporad­o en mi trabajo cosas de Sicilia. Si hablamos de los extranjero­s está el tratamient­o del color de Rothko o algo tan dispar como la dureza de Richard Serra y las naturaleza­s muertas de Morandi. –Afirma tener un gran cariño por Montserrat. ¿A qué se debe? –En Montserrat hice mi primera exposición en un museo. Además su colección está muy vinculada a mis inicios pictóricos, porque la pintura catalana que tiene de finales del siglo XIX y la pintura contemporá­nea, ambas con cuadros muy conocidos, son algunas de las obras que tuve como referencia cuando empecé en la Escuela de Artes y Oficios de Avilés. –No es su única relación con Catalunya. –Exacto. Fruto de la exposición de Montserrat tuve la gran oportunida­d de conocer a Carles Taché, que se ha convertido en mi galerista. –Creo que su futuro inmediato pasa por las tres dimensione­s. –Voy a abrir un estudio en Madrid donde acometeré un proyecto de escultura que llevo tiempo aplazando. Va a ser una aventura que espero tenga un final feliz, aunque mi medio seguirá siendo la pintura. Seré siempre un pintor que esculpe, no un pintor y escultor.

 ?? CARMEN FIGAREDO ?? El artista asturiano Hugo Fontela, en su estudio de Nueva York, ciudad en la que reside desde el 2005.
CARMEN FIGAREDO El artista asturiano Hugo Fontela, en su estudio de Nueva York, ciudad en la que reside desde el 2005.

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